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Roula Khalaf, editora del FT, selecciona sus historias favoritas en este boletín semanal.
Los coches híbridos han tenido un regreso inesperadamente espectacular en todo el mundo. El aumento de casi el 80 por ciento en las ganancias de Toyota Motor en el último trimestre refleja ese cambio en el mercado automovilístico mundial.
Pero el pronóstico del fabricante de automóviles japonés de una caída significativa en el beneficio operativo para el presente ejercicio financiero cuenta la verdadera historia: todavía está tratando de ponerse al día con los vehículos eléctricos de batería.
La estrategia conservadora de Toyota, en la que ha mantenido los híbridos y los híbridos enchufables como una parte importante de su cartera, además de ofrecer vehículos eléctricos con batería, ha sido criticada por el rápido cambio hacia los automóviles eléctricos.
Pero ha dado buenos resultados este año, ya que el crecimiento de la demanda de vehículos eléctricos se desaceleró en muchos mercados de todo el mundo, con una ganancia operativa de 1,1 billones de yenes (7.000 millones de dólares) en el trimestre hasta finales de marzo, un aumento interanual del 78 por ciento.
Es cierto que la debilidad del yen también ha ayudado a impulsar el valor de sus ventas en el extranjero. La demanda de híbridos en mercados como Estados Unidos ha más que compensado la relativa debilidad de Toyota en los vehículos eléctricos de batería, que representaron alrededor del 1 por ciento de sus ventas globales. Es poco probable que el auge de los híbridos sea una tendencia pasajera, y Toyota es uno de los mayores beneficiarios.
Pero los vehículos eléctricos de batería siguen siendo importantes para Toyota porque siguen impulsando el crecimiento de las ventas en China, uno de sus mercados clave. Allí, los fabricantes locales han estado compitiendo no sólo por el precio sino también por el software más reciente para vehículos inteligentes. Incluso cuando el crecimiento se desacelera en otros lugares, se espera que los vehículos eléctricos representen la mitad de todos los automóviles vendidos en China este año.
Para Toyota, ganar participación de mercado en China se está volviendo cada vez más importante: espera que las ganancias operativas totalicen 4,3 billones de yenes en el año fiscal que termina en marzo próximo, alrededor de una quinta parte menos que el año que acaba de terminar. Ese pronóstico tuvo en cuenta los costos laborales de proveedores y distribuidores, así como las inversiones para una estrategia múltiple que incluye expandir su oferta de vehículos eléctricos de batería e hidrógeno.
El fabricante de automóviles japonés también sigue intentando librarse de una serie de escándalos recientes. Toyota ha tenido que recortar objetivos de producción tras irregularidades en sus filiales, incluida su filial Daihatsu. Se descubrió que tenía resultados distorsionados de las pruebas de seguridad en colisiones. Una investigación interna separada reveló que el proveedor Toyota Industries había estado manipulando los resultados de las pruebas para obtener la certificación de sus automóviles.
Sin embargo, impulsadas por los híbridos, las acciones de Toyota casi se han duplicado en el último año. A 10 veces las ganancias futuras, la acción cotiza a más del doble de la valoración de su rival Volkswagen. Para mantener esa prima en medio de ganancias más débiles, Toyota necesitará demostrar que puede ganarse a los compradores chinos, o al menos limpiar su reputación.
junio.yoon@ft.com