La salvaje carrera por conquistar el Polo Sur de la Luna la ha ganado la India. Rusia se arriesgó demasiado y lo único que ha conseguido es un nuevo cráter en nuestro satélite.
En la Luna se han registrado casi 10.000 cráteres, aunque quedan muchos por catalogar. Y es que, desde hace unos días, tenemos uno de los cráteres artificiales más grandes que se conocen. Fue creado por el cohete ruso Luna 25, tras estrellarse contra nuestro satélite.
El 14 de julio, India lanzó la misión Chandrayaan-3, con la esperanza de ser el primer país en aterrizar en el polo sur de la Lunael único lugar donde hay agua congelada.
En una decisión más política que científica, precipitada y por sorpresa, Rusia lanzó la misión Luna-25 el 11 de agosto, con el objetivo de aterrizar en el polo sur lunar dos días antes que la India, y marcar un gol. Pero ella no resultó como se esperaba.
La misión Luna 25 se estrella
El 19 de agosto, con su orbitador ya orbitando la Luna, Roscosmos, la agencia espacial rusa, anunció que había perdido contacto con el cohete.posiblemente porque se había estrellado contra la Luna.
Dos días después, explicó que el cohete no había apagado el motor de propulsión a tiempo, que sirve para cambiar la órbita. Se suponía que debía encenderse sólo durante 87 segundos, pero lo hizo durante 127 segundos. Esto hizo que perdiera el control y terminara estrellándose contra la Luna.
Con su Solar Reconnaissance Orbiter, la NASA ha localizado el lugar del impacto, a 400 kilómetros de donde debía aterrizar. Y por el cráter de 10 metros que ha dejado el choque tuvo que ser brutal:
La otra cara de la moneda es la India.que el 23 de agosto logró aterrizar su módulo de aterrizaje Vikram. Su pequeño pero eficaz rover Pragyan ya camina por el regolito lunar.
Con una misión low cost que apenas costó 70 millones de euros, India se ha convertido en el primer país en explorar el polo sur de la Luna:
Llamada a ser una de las superpotencias del siglo XXI, su próximo objetivo es explorar el Sol.
Durante décadas, el espacio ha sido asunto de dos superpotencias antiguas y cada vez más obsoletas: Estados Unidos y Rusia. Nuevos gigantes, como China, India, Arabia Saudita, la Unión Europea o Japón, reclaman un puesto en la exploración espacial. Todo irá bien mientras la ciencia prevalezca sobre la política, en nuestro asalto a las estrellas.
Con información de Telam, Reuters y AP