Esta historia se acabó. Joan Laporta desembarcó este viernes en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí y comunicó a Xavi Hernández que no será el entrenador del Barça la próxima temporada. Un mes después de la cena de sushi en la que acordaron seguir con él, el presidente del Barcelona se plantó ante el técnico y le dijo lo que ya sabía muy bien: que estaba destrozado. Su sustituto será Hansi Flick. El club está trabajando para poder anunciar el próximo lunes la contratación del técnico alemán por dos temporadas, según informó ‘Mundo Deportivo’. La presentación del nuevo inquilino del banquillo está prevista para el martes o miércoles.
Laporta no apareció solo. Lo hizo acompañado del director deportivo, Deco, y del vicepresidente del área, Rafa Yuste. A la cumbre, breve y nada agradable, también asistieron los ayudantes de Xavi, Òscar Hernández y Sergio Alegre. Minutos más tarde el club hacía oficial la decisión con un breve y frío comunicado en el que agradecía al técnico su trabajo, «que se suma a una trayectoria inigualable como jugador y como capitán».
También informó que Xavi dirigirá mañana su último partido, en el Sánchez Pizjuán de Sevilla, partido con el que finaliza la temporada. Antes, el técnico tendrá que afrontar hoy una rueda de prensa llena de expectación tras no haber podido despedirse de la afición en un partido en Montjuïc. En un primer momento, la idea del técnico no es dejar verbalizar un discurso desenfrenado, sino mantener su habitual línea de elegancia. Quiere marcharse, pese a las circunstancias, como un caballero, tal y como reza la carta abierta que publicó este viernes en sus redes sociales.
Xavi dirigirá al equipo este domingo en el Sánchez Pizjuán
Este domingo llegará a su fin la etapa de Xavi como técnico del Barça, banquillo al que llegó en noviembre de 2021 en sustitución de Ronald Koeman y del que saldrá con dos títulos, la Liga y la Supercopa de España de la temporada pasada.
La cumbre entre la llamada comisión deportiva y Xavi para informarle de la decisión que había tomado el club debía tener lugar el lunes, teóricamente para no quitarle luz a la final de la Liga de Campeones femenina, esta tarde contra el Olympique León. Pero ocurrió todo lo contrario y los acontecimientos se precipitaron. Cada vez era más difícil dejar la situación quieta y con Xavi muriendo durante más de una semana. Las continuas informaciones sobre la llegada de Hansi Flick, el técnico con el que negociaron Deco y Bojan Krkic el miércoles, ayudaron a acelerar el desenlace. Xavi envió un mensaje a Laporta preguntándole si estaba todo decidido y el presidente respondió apareciendo por sorpresa en Sant Joan Despí. A principios de esta semana se presentó en el hospital, donde Laporta ingresó por el inicio de una neumonía. Allí, además de interesarse por su salud, lo cuestionó sobre su futuro. Durante la cumbre de este viernes, Laporta le dijo a Xavi que el técnico no confiaba lo suficiente en la plantilla. Tampoco hubo consenso sobre la lista de víctimas. El técnico quiso explorar la posibilidad de prescindir de Lewandowski y João Félix.
Uno de los puntos que queda por concretar es el finiquito de Xavi y su plantilla: se trata de 15 millones
Aunque aún quedan cabos sueltos por atar y nada baladí. Está por ver cómo se resolverá la rescisión del técnico, un tema del que las partes no hablaron este viernes. Xavi tenía una temporada más de contrato. Según ‘La Vanguardia’, el club tendría que pagarle a él y a sus asistentes unos 15 millones de euros.
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El club trabaja para anunciar el lunes al técnico alemán e incluso presentarlo la próxima semana
Quién le iba a decir a Xavi que iba a acabar así cuando hace un mes participó en una comparecencia conjunta con Joan Laporta en la que se utilizaron hasta la saciedad los términos “estabilidad”, “confianza” e “ilusión”. Una rueda de prensa en la que Laporta incluso derramó lágrimas mientras abrazaba efusivamente a Xavi. Todo en presencia de los miembros de la comisión deportiva y asistentes del entrenador. Se hicieron una fotografía familiar que hoy sigue siendo un patético reflejo de los traspiés de la directiva del Barcelona y de su presidente. Luego se hizo una enmienda e incluso los más detractores de Xavi en la organización prometieron remar en la misma dirección que el técnico. El Barça venía de quedarse fuera de la Liga de Campeones, a manos del PSG en cuartos de final, y perdió el clásico contra el Madrid, que se vio eliminado de la carrera por el título de Liga. Pese a ello y, contra pronóstico, se optó en el último momento por la continuidad de Xavi. Pero la entente apenas duró tanto como un caramelo en la puerta de un colegio. Es decir nada y menos.
No hubo consenso sobre la lista de bajas entre Laporta y Xavi
La derrota por 4-2 en Girona ya molestó a Laporta, que vio peligrar la segunda plaza. Pero ni siquiera la certificación de subcampeones ha podido salvar a Xavi. Por el camino, un discurso realista en la previa del partido contra el Almería que indignó al presidente. Ese día el técnico destacó que el club no estaba en la misma situación económica que hace 25 años y que eso hacía más difícil competir con los clubes más grandes. Laporta, siempre aficionado a vender ilusión, le puso una cruz definitiva en ese momento, inició un nuevo vodevil y no quiso recibir a Xavi que pidió audiencia para aclarar el asunto.
El técnico quedó aislado y en barbecho, pese a ser una leyenda de la institución. Una leyenda que también ha ido cambiando de opinión. Porque el 27 de enero, después de que el Barça perdiera con estrépito ante el Villarreal por 3-5, desveló que había tomado la decisión de dejar el puesto a final de temporada, pese a haber renovado el pasado mes de septiembre. Entonces el presidente admitió esta solución que buscaba un cambio de rumbo para un equipo muy frágil.
Con el paso de las semanas y con el equipo mejorando, fue creciendo en el club la sensación de que había que convencer a Xavi para que siguiera, siendo Rafael Yuste el principal valedor del técnico de Terrassa. Al final saldrá en la fecha que él mismo marcó en rojo en enero. Pero de qué manera. Ni en sus peores pesadillas podría haber pensado que lo tratarían así en el club de su vida.
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