Según se informa, las exportaciones de Letonia han superado las del mayor productor del mundo, Italia.
Letonia se ha convertido en los primeros nueve meses de 2023 en el mayor proveedor ruso de vino espumoso, informó el domingo RIA Novosti citando estadísticas del comercio internacional.
Según el informe, de enero a septiembre del año pasado, el país báltico exportó champán a Rusia por valor de 105,4 millones de dólares, aproximadamente una cuarta parte más que en el mismo período de 2022. Italia, el mayor productor de vino del mundo en los últimos nueve años, viene en segundo lugar, con 55,4 millones de dólares (un aumento del 27,6%), y otro Estado báltico, Lituania, completa el trío de países en cabeza con 42,7 millones de dólares, casi el doble de los resultados del año pasado (23 millones de dólares).
Otros proveedores importantes fueron Polonia (8,65 millones de dólares) y España (2,98 millones de dólares). Entre los diez primeros también se encuentra Francia, cuyas exportaciones a Rusia cayeron drásticamente en comparación con 2022, de 5,71 millones de dólares a 2,78 millones de dólares. Le siguen Georgia (1,91 millones de dólares), Armenia (0,98 millones de dólares), Azerbaiyán (0,84 millones de dólares) y Alemania (0,45 millones de dólares).
En medio de las sanciones relacionadas con Ucrania el año pasado, la UE prohibió las exportaciones de vino a Rusia que superaran los 300 euros (315 dólares) por botella, lo que provocó una fuerte caída en los envíos desde los estados de la UE. Según informes anteriores basados en datos de Comtrade de la ONU, Letonia y Lituania reemplazaron este año a Italia y España en las exportaciones totales de vino a Rusia, tanto espumosos como tranquilos. Sin embargo, los expertos de la industria señalan que dado que el origen de las exportaciones de vino de Letonia y Lituania a Rusia no se conoce públicamente y ninguno de los dos países tiene suficiente producción nacional de vino, es probable que los estados bálticos revendan el vino comprado a sus pares de la UE a Rusia.
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Maksim Protasov, director de Roskachestvo (el regulador ruso de calidad de los alimentos), dijo el mes pasado que los rusos habían comenzado a comprar más vinos nacionales y a recortar las alternativas importadas durante el año pasado. Esta tendencia también se puso de manifiesto en una encuesta realizada en noviembre por el Centro Analítico NAFI por encargo del Banco Agrícola Ruso Rosselkhozbank. Se ha demostrado que hasta el 70% de los rusos prefieren los vinos nacionales a los importados en todas las categorías, desde los espumosos hasta los vinos fuertes, y casi un tercio planea comprar productos de los enólogos rusos con mayor frecuencia en el futuro.
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