Cataluña es el territorio donde más creció el gasto público por habitante de la administración autonómica entre 2003 y 2023, un 49%. Es casi el doble del aumento registrado en Canarias (+25%) o Madrid (+29%). El promedio regional es del 32%. Los datos que publica anualmente Fedea están en euros constantes (no tienen en cuenta la inflación) y contabilizan el gasto no financiero que incluye tanto la inversión como los intereses de la deuda como el gasto corriente.
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Fedea explica que el citado gasto no financiero “podría ser un indicador razonable del nivel de prestación de servicios de las administraciones regionales”. En la variable gasto corriente (sin intereses ni inversiones), Cataluña también lidera el crecimiento: un 55% frente al 43% del conjunto de comunidades o el 38% de Madrid.
La evolución del crecimiento depende de la fiscalidad de cada comunidad y del déficit incurrido
Fuentes del Departamento de Economía de la Generalitat, que dirige Natàlia Mas, sostienen que «los datos demuestran que hemos dejado atrás los recortes, dado que, aparte de invertir más que en 2003, ya estamos invirtiendo más que en 2009». Las mismas fuentes destacaron que la inversión se produce «a pesar de la crónica infrafinanciación que sufre Cataluña, gobierne quien gobierne en Moncloa».
Aunque todas las comunidades excepto las autonómicas se rigen por el mismo sistema de financiación, los ingresos varían si se hace uso de la capacidad regulatoria para subir impuestos como el tramo autonómico del IRPF, imponer otros nuevos o incurrir en déficit.
El año pasado hubo cinco comunidades que tuvieron superávit presupuestario
Respecto al déficit, el informe de Fedea, elaborado por su director general, Ángel de la Fuente, destaca que los datos brutos «de los últimos años son bastante engañosos». Y añade que los buenos datos de 2020 y 2021 se deben fundamentalmente a un aumento de las transferencias extraordinarias del Estado por encima de lo que hubiera sido necesario para cubrir los gastos por la pandemia”. Y, por otro lado, «la desaparición de estas transferencias, junto con la peculiar mecánica del Sistema de Financiación Autonómica, explican el fuerte aumento del déficit durante los dos últimos años a pesar de la recuperación».
En 2023, todas las comunidades cerraron con un déficit agregado del 0,91% del PIB. Aunque el déficit no se cubre de forma conjunta, son cinco (Navarra, Baleares, Canarias, Asturias y Cantabria) que cerraron el año con saldos positivos y dos más (Galicia y País Vasco) que lo cubrieron. El resto cerró con un déficit superior al 0,3%. Destacan Valencia y Murcia con déficits presupuestarios cercanos al 2,5% del PIB. Cataluña registró un déficit del 1,3%.
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