La posibilidad de compatibilizar trabajo y pensión suele ser algo muy apreciado por los sindicatos y bien aceptado por las empresas, pero por otro lado suele toparse con las reticencias de una Administración que teme los costes que supondrá. Este posicionamiento previo permite comprender mejor que el esperado planteamiento del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social sobre cómo reformar la jubilación parcial anticipada, una vez llegada, ha provocado el rechazo de los sindicatos. Lo planteó el ministerio en la mesa de diálogo social de este lunes, y la interpretación de UGT y CC.OO. es que supone un recorte de derechos.
No hubo una propuesta formal, pero sí un documento con las grandes líneas de la reforma al que tuvo acceso la vanguardia, y en el que el acceso a la jubilación parcial anticipada resulta especialmente difícil en el sector manufacturero con contrato de relevo. En este caso, el máximo para adelantar la jubilación respecto de la edad legal se reduce a tres años, cuando actualmente es de cuatro, se limita la reducción de jornada a un máximo del 50% en caso de anticipación de 36 meses, en además de aplicar coeficientes reductores de cuantía y que la pensión no se recalculará una vez el trabajador acceda a la jubilación plena.
Es decir, una serie de factores que hacen más difícil y menos atractivo realizar esta jubilación parcial anticipada. Se añaden otras condiciones, como que la empresa que lo aplique tenga un 85% de contratos indefinidos.
Tres años de anticipo máximo, reducción de coeficientes y no recalcular la pensión son algunas novedades
“La propuesta está lejos de nuestras expectativas, y consideramos que recorta derechos, no sólo para la industria manufacturera, donde existe con un contrato de reposición garantizado, sino también en otros sectores”, afirmó Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional de UGT. , quien agregó que “es una pérdida de oportunidad para el rejuvenecimiento de la fuerza laboral y para una salida flexible y lenta del mercado laboral”. También Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas de CC.OO., dijo que “el planteamiento general dista mucho de estar en los términos de un posible acuerdo”, añadiendo que “tiene algunos elementos interesantes y otros que merman directamente los derechos de acceso”. a esa regulación y generar elementos penales que no compartimos”.
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En cuanto a la jubilación parcial anticipada para sectores distintos al manufacturero, la propuesta mantiene el máximo de dos años de avance sobre la edad legal de jubilación y establece algunos cambios respecto de las condiciones de acceso.
Jubilación activa
Quienes sigan trabajando después de la edad de jubilación empezarán a recibir una pensión del 30% que irá aumentando progresivamente
La propuesta de Inclusión también supone modificaciones en la fórmula para compatibilizar seguir trabajando una vez alcanzada la edad ordinaria de jubilación. Lo que se establece es un aumento progresivo del porcentaje de pensión que se cobrará mientras se continúa trabajando, como fórmula para estimular la prolongación de la carrera laboral una vez superada la edad de jubilación. En concreto, tras un año de retraso se percibirá el 30% de la pensión, que aumentará al 40% a los dos años, al 50% a los tres, al 75% a los cuatro años y, finalmente, al 100% al cabo de un año. una vez transcurridos cinco años.
Para la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, se trata de “garantizar un régimen de compatibilidad efectiva de trabajo y pensión que preserve la calidad del empleo de los relevistas y equilibre el costo que este tipo de pensiones tiene para el sistema”, según afirmó en su intervención en la comisión del Pacto de Toledo.
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