Argentina atravesaba quizás la peor crisis económica y social de su historia, en el año 2002pero la carrera electoral por sucesión de Eduardo Duhalde ya había sido lanzado. Y el entonces gobernador de Santa Cruz, un tal Néstor Kirchner, aparecía habitualmente como uno de los candidatos del canal Crónica. Además, en ese arranque, una consultora midió su intención de voto.
Era sobre Xla empresa que dirigió (y todavía lo hace) Artemio Lópezquien con el paso de los años se convertiría el más ultra K de los consultores. López dudó varias veces si notificar a Alberto Fernández, jefe de campaña de Kirchner, que su candidato estaba perdido en la opción «otros». Entonces, auspiciada por Duhalde, la historia cambiaría.
Pero la historia, ahora, es que el socio de López en esa consultora acaba de sacar un informe privado en el que buscas desacreditar la “historia Milei”. O al menos plantea la hipótesis de que la realidad acabará haciéndolo y alerta en particular sobre el (des)empleo. El autor es Martín Romeo, quien está al frente de la firma desde hace algún tiempo. Sólo comunicación.
El informe completo
El informe, titulado «Análisis de la situación basado en encuestas de opinión», se distribuyó entre un pequeño grupo de líderes espaciales. Y él dice así:
«Expectativas, historia y realidad.
Alinear las expectativas con los datos de la realidad (o la percepción de la misma) es un mecanismo eficaz para mitigar las frustraciones y reducir la presión por resultados tangibles.
La distancia entre las expectativas (lo que se espera) y la realidad (lo que se observa, lo que se percibe) moldea la magnitud de la incertidumbre sobre la paciencia de la sociedad.
La historia del gobierno puede ser útil para prolongar el tiempo de esa paciencia, pero cuando la historia cruje, el tictac se acelera.
La imagen del presidente Milei (y la del gobierno nacional) se ha estabilizado y conserva valores de apoyo saludables.
Allá por 1996, la marca de refrescos Sprite popularizó un spot publicitario que decía: “La sed lo es todo, la imagen no es nada; Presta atención a tu sed”.
Esta imagen saludable convive con indicadores de la realidad que muestran ciertas inconsistencias con las expectativas.
Por un lado, una primera minoría de la opinión pública cree que la Argentina será mejor en el futuro, que la situación económica mejorará con Milei; La constatación de la desaceleración de las tasas de inflación es combustible para sostener estas expectativas.
Por otro lado, la percepción de la realidad se compone de otros indicadores socioeconómicos que en la realidad, primero, y luego en la percepción, ofrecen señales que van en dirección contraria a la sostenibilidad de esa esperanza.
La situación económica del país es percibida negativamente por la mayoría, pero las expectativas para el futuro son mejores. El beneficio inventariado de la herencia recibida sirve para mantener esa distancia entre realidad y expectativa.
La difusión de indicadores recientes muestra un deterioro tangible y generalizado que desafía estas expectativas.
En febrero, el Índice de Producción Industrial cayó 9,9% respecto al mismo mes del año pasado y el acumulado del primer bimestre de 2024 muestra una disminución del 11,1% respecto al mismo período de 2023. Quince de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales: Maquinaria y equipamiento (-33, 6%); Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras (-29,5%); Industrias metálicas básicas (-23,1%); Productos minerales no metálicos (-18,6%); Prendas de vestir y calzado de cuero (-13,2%); Automoción y autopartes (-12,2%); Textiles (-9,1%); Productos metálicos (-8,1%); Productos de caucho y plástico (8,0%); Madera, papel y edición (-5,3%); Alimentos y bebidas (-1,8%).
Las ventas minoristas en marzo según CAME cayeron un 13% respecto a 2023: Perfumería-28%; Farmacia -22%; Ferretería y materiales de construcción -20%; Bazar, decoración y mobiliario -18%; Alimentación -16%; Calzado -6%.
El salario promedio en la economía formal cayó 19% en el último semestre, alcanzando el mismo nivel que en el peor momento de la crisis a principios de siglo.
Sólo con el propósito de combinar algunas variables, La caída de las ventas arrastra la caída de las producciones y arrastra la caída de los ingresos (-16% en marzo). Las tarifas actuales (electricidad) y próximas (gas) junto con la inflación acumulada (91%) del primer cuatrimestre del nuevo gobierno refuerzan la caída del poder adquisitivo.cambio en salarios y pensiones que conducen a un menor consumo y así las variables se entrelazan en un círculo vicioso.
Todos los caminos conducen a Roma y Roma es una economía que se contrae, se contrae, decrece. La contracción económica para 2024 es anticipada tanto por consultoras como por el FMI.
Cuando esto pasaLo que sufre es el empleo aunque todavía no disponemos de cifras oficiales que avalen el impacto de esta situación (el último dato oficial de paro del 5,7% corresponde al 4º trimestre de 2023).
El deterioro del mercado laboral ya se está produciendo aunque la opinión pública no lo ha percibido como un fenómeno generalizado, entre otras cosas, por el desfase en la difusión de los índices oficiales. El próximo 24 de junio saldrá a la luz lo ocurrido en el mercado laboral durante el primer trimestre de 2024; la noticia será un nuevo distanciamiento en lo que se observa y lo que se espera».
Con información de: Telam, AF News y OpenAi