Hoy (21.00 horas) se decidirá el segundo finalista de esta edición de la Liga de Campeones. Dos colosos frente a frente. El Madrid es ligeramente favorito para jugar en casa, pero nunca debemos subestimar el poder competitivo del Bayern de Múnich. Y la pizarra tendrá mucho que decir. Aquí mis claves para este gran encuentro:
1) La duda en el eje
Después de que Carlo Ancelotti resolviera en la rueda de prensa de ayer la cuestión de la portería confirmando la continuidad de Lunin, la única incógnita en el once del Real Madrid es quién acompañará a Rudiger como central. En el partido de ida, el técnico madridista apostó por Nacho, pero acabó el encuentro con Tchuaméni como central. Así que la cuestión estará entre esas dos opciones o una tercera que es mucho menos probable, una entrada improbable de Militao. Con todo, la pareja Rudiger-Tchuaméni es la más probable por el contexto del partido. Sea como fuere, el cara a cara entre la pareja de centrales madridistas y Harry Kane marcará buena parte de la eliminatoria. También en el eje defensivo reside uno de los pocos enigmas del Bayern donde De Ligt podría entrar en lugar de Kim Ming Jae al que no le gustaba la marca de Vinícius.
2) La altura de los bloques.
Tras comprobar la semana pasada que a ninguno de los equipos les incomoda ceder la iniciativa del juego al rival para crear transiciones, la primera cuestión táctica tiene que ver con el plan de juego de cada uno de los equipos. O lo que es lo mismo, a qué altura querrán jugar ambos equipos. A priori tiene que ser el Madrid quien lleve la iniciativa en el partido, pero también es cierto que la versión reactiva le funciona muy bien al equipo de Ancelotti. El perfil de Vinícius, Rodrygo y compañía les convierte en el mejor equipo al contraataque. Veremos quién impone lo que quiere y qué equipo se adapta mejor a las intenciones del rival.
3) El peso de Bellingham
Pasó desapercibido en el partido de ida (61 intervenciones y ningún remate) pero el escenario de hoy será completamente diferente para Bellingham. Porque, a priori, el Madrid estará más cerca del área y porque, con la presencia de Carvajal y un posicionamiento más elevado de los laterales (en el Allianz eran bajos), el equipo blanco sacará más centros (sólo diez en el Primera pierna). Una acción en la que se le da muy bien ya que lee bien las zonas por las que puede aparecer por detrás. Además, es un jugador muy inteligente en el campo, de esos que utiliza bien las relecturas de los partidos para mejorar su rendimiento. Es decir, cambiará ciertas cosas de su comportamiento para intentar ser, esta vez, importante.
4) La posición de Musiala y Sané
En el partido de ida, el Bayern hizo daño cuando Tuchel cambió los extremos del 4-2-3-1 a un partido a pierna cambiada como es habitual y no por dentro como en la parte inicial del partido. Pero cambió debido al éxito de la finalización y no porque el plan no funcionó. Porque los primeros 15 minutos fueron dominados y fluidos por el equipo alemán. Así que hoy podremos ver cualquiera de las dos opciones o ambas en distintos tramos de partidos. Interesante ver si el técnico alemán intenta volver a sorprender con esta variante y cómo se adapta el Madrid a ella.
5)Kroos-Modric contra el doble pivote
Otro punto cardinal del choque. En el partido de ida, el centro del campo del Bayern (Goretzka-Laimer-Muller) empezó apoyando bien a Toni Kroos. Pero como suele ser habitual, el alemán acabó encontrando las zonas para recibir, alejándose de la zona de influencia y volviendo a ser importante. Acabó superando la trama alemana para hacer un partido fantástico y con mucho peso en el juego. La mejora de Madrid coincidió con su aumento de participación. Con un total de 82 en 76 minutos, fue el jugador de campo que más pases realizó. Por cierto, 79 de los 82 fueron buenos (un récord espléndido). Y su asistencia a Vinícius en el 0-1 fue magnífica. En su lugar entró Luka Modric que también estuvo excelente. Una fórmula que a Ancelotti le está funcionando muy bien durante todo el curso y que hoy, seguro, repetirá. Si los dos vuelven a ser tan determinantes el Madrid tendrá muchas posibilidades de estar en la final. Si el Bayern consigue, esta vez, minimizarlos, será todo lo contrario.