El Real Madrid perdió el liderato en el Bernabéu con un empate sin goles ante el Rayo que le deja dos puntos por debajo del Girona y dos más que el Barcelona. La euforia de la victoria en Montjïuc se vio truncada con un partido en el que los blancos fueron más que menos. A una primera parte aceptable le siguió una segunda muy mala, en la que los de Ancelotti acabaron desquiciados ante un Rayo cuya mejor virtud era una defensa ordenada y un portero que parecía en estado de gracia.
Con cuatro cambios respecto al equipo que ganó en Montjuïc la semana pasada, el Madrid tuvo como mayor novedad la presencia de Modric al frente de las operaciones en el centro del campo, con Camavinga ejerciendo de Tchouaméni y con Joselu en lugar de Rodrygo al frente del equipo. el trazo.
El principio
Valverde falló un gol cantado
Ante un Rayo que rara vez cruzó el centro del campo en la primera parte y convirtió a Kepa en un mero espectador, el partido se le complicó muy rápidamente al Madrid, ya que en el minuto tres una mala salida de balón de Unai López permitió a Valverde adelantarse un unos metros y aparece delante de Dimitrisvski. El uruguayo, con todo a favor, remató pésimo y metió el balón en el portero, un error flagrante, de esos que te hacen pasar el resto del partido sufriendo demonios.
Sin darle demasiada velocidad al balón, la primera parte estuvo llena de ocasiones de gol para los blancos. Tras el error de Valverde llegó un auténtico susto. Bellingham cayó mal y estuvo unos minutos en el suelo helando el ánimo del Bernabéu en una noche ya de por sí fría, la del primer invierno de la temporada.
el percance
El hombro de Bellingham salió
Por suerte para el Madrid, el inglés, al que se le había salido el hombro, pudo recuperarse y con una venda entró al campo minutos después. Pronto llegaron las ocasiones, las dos más claras de Joselu, primero un cabezazo mal dirigido y después un disparo a quemarropa que sacó con una buena estirada el portero macedonio.
Con Vinícius muy apagado y protestando continuamente cada una de las jugadas que le cuestionaba la defensa, en una noche como ésta el Madrid nota lo que es jugar con un buen delantero como Joselu, pero no con una estrella de talla mundial como Benzema.
La indefinición blanca llevó a los defensores a acelerar el juego con disparos lejanos. Lo intentaron Fran García, que sustituyó al lesionado Mendy, y Alaba, protagonista de una cabalgada que cerró con un disparo demasiado alto. La última de las ocasiones fue un revés de Bellingham que de haber salido bien hubiera sido gol de bandera.
La segunda parte comenzó sin cambios y enseguida el Madrid asedió la portería rayista. Pasados los primeros minutos, los de Francisco adelantaron líneas, convencidos de que no podrían resistir mucho más tan atrincherados atrás.
La segunda parte
Gol anulado a Vinícius
Un centro de Valverde tras una cabalgada del uruguayo y un disparo en picada de Joselu que casi se marcha incendió el Bernabéu.
El Madrid se preparó para dar el empujón definitivo en la última media hora, en la que el Rayo refrescó al equipo con Trejo y Kike para dar más aire al centro del campo. En el minuto 65 Vinícius marcó pero Joselu estaba en claro fuera de juego y no subió al marcador.
Entró Rodrygo por Modric y luego Kroos por Fran García, buscando a Carlo Ancelotti para darle más claridad a su equipo en los metros finales a costa de perder a un defensa.
la ultima oportunidad
Un tacón de Rodrygo
El partido entró en el último cuarto de hora con el Madrid muy concentrado, pero nervioso y muy impreciso. El Rayo ya era un muro y los blancos sólo encontraron algo de aire en las internas de Vinícius, que hacían la guerra por su parte y a las que siempre parecía tener el último regate de sobra. Además, un tacón de Rodrygo fue la última esperanza de un Madrid que esta vez, sin la magia de Bellingham, no tuvo suficiente.