El Real Madrid avanzó a semifinales al derrotar al City en los penaltis en un ejercicio de resistencia defensiva nunca visto en la historia de un club que entiende el fútbol como un ataque vertiginoso. La clasificación del Madrid habla claro de la resiliencia del club blanco en su competición favorita, donde sobrevive como sea, adaptándose a todo y con el único objetivo de la victoria.
El guión de juego puede estudiarse en las escuelas de fútbol como una taquigrafía de goles de 120 minutos, un ejercicio sostenido de delanteros contra defensas.
El precedente
Una lección aprendida
El Madrid llegó a Manchester con la lección aprendida. Ancelotti había exigido valentía y personalidad a sus jugadores y el Madrid no controló el partido, pero sí la eliminatoria durante 75 minutos. Los blancos se adelantaron en el minuto 13 con gol de Rodrygo y el City sólo pudo igualar al cabo de una hora y cuarto por mediación de De Bruyne.
El partido transcurrió según lo previsto desde las alineaciones. Ancelotti no iba a hacer magia ahí. Nacho jugó en lugar de Tchouaméni y, como en el Bernabéu, Rodrygo se fue por la izquierda y Vinícius entró más por el centro. En realidad no le importó un comino porque el balón le duró poco al Madrid y apenas pasó del centro del campo.
Guardiola tampoco experimentó pero recuperó a tres jugadores que habían bajado en la ida: Ederson, Walker y el belga Kevin de Bruyne, que sería el mejor del partido.
El héroe
Lunin fue el mejor en Madrid
Todo el partido fue un ejercicio de resiliencia del Madrid llevado al extremo. El City se hizo con el balón y el Madrid se atrincheró en torno a su portero. Sin embargo, los blancos se adelantaron en el marcador en su primer y casi único gol de la primera parte gracias a un magnífico control de Bellingham sobre un balón colgado al cielo por Carvajal. El inglés abrió para Vinícius y éste centró para Rodrygo, que disparó a Ederson, que detuvo su primer disparo pero no el segundo. Rodrygo siempre está de humor ante los de Guardiola.
El gol en contra enfureció aún más al City, que empezó a jugar y jugar, intentando encontrar un hueco en la densa defensa madridista, que muchas veces defendía con todos en el área.
El gol del empate estaba en las cartas pero entre Lunin y Rüdiger consiguieron evitar el empate. Y cuando no, en la ocasión más clara de los skyblues, un cabezazo de Haaland se fue al larguero y luego Bernado Silva falló a portería vacía.
Haaland
El noruego volvió a quedarse sin marcar
El Madrid sobrevivió al descanso porque los disparos más o menos claros de De Bruyne, Foden y el propio Haaland fueron bien defendidos por Lunin, que se multiplicó para despejar córner tras córner, la mayor parte de las veces con los puños.
El Madrid sólo tuvo otra llegada más, un disparo de Carvajal bien tapado por Gvardiol.
La segunda mitad comenzó sin cambios y con el City cogido al cuello del Madrid. El Madrid sólo tenía el objetivo de dejar pasar los minutos, lo que parecía misión imposible ante un equipo que atacaba en oleadas y no dejaba pasar el centro del campo.
El Madrid aguantó y aguantó. El City tomó córner tras córner y los blancos seguían sin dar más noticias que sobrevivir de mala manera, un catenaccio de la vieja escuela.
La corbata
De Bruyne anotó tras un pase de Doku
El empate llegó en el minuto 75 y fue vital la entrada de Doku por Grealish, que no había tenido su día, ganando Carvajal todos los duelos.
Sin embargo, en la primera oportunidad, Doku, el mejor defensor de los de Guardiola, logró centrar, falló Rüdiger, que despejó muy en corto y De Bruyne no tuvo más que disparar un cañonazo.
Ancelotti refrescó el equipo con Modric por Kroos y Brahim por Modric. A él no le importaba. El Madrid siguió dedicado a resistir sin balón, pero logró llegar a la prórroga, que comenzó sin Haaland, sustituido por Julilán Álvarez. El noruego todavía no ha marcado ante los blancos.
En la prórroga, Vinícus se lesionó, sustituido por Lucas Váquez, y Rüdiger falló un gol ante Ederson. El City empujó pero ya no era el mismo porque tampoco encontraba fuerzas.
El Madrid se fue a los penaltis, donde esta temporada no le ha ido nada bien. No pudo empezar peor porque Modric falló, pero el City también estaba muy nervioso y Bernardo Silva falló dos tiros, que tiró a las manos de Lunin y Kovacic. Bellingham, Lucas Vázquez y Nacho marcaron para el Madrid. La última, para ganar la eliminatoria, la lanzó Rüdiger, que no falló y desató la alegría del Madrid. Esto es la Champions y este es el Real Madrid. Once veces se había enfrentado al actual campeón y lo eliminó nueve veces. Hay uno más.
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