Tras una temporada jugando muy poco, suenan campanas de cambio en la carrera de Willy Hernangómez (Madrid, 1994). Con el sueño de ganar una Euroliga en el futuro, su apuesta sigue siendo la NBA. Mientras espera ofertas, el MVP del último Eurobasket es un habitual en Barcelona, donde vive su novia y donde atiende la vanguardiaa las puertas del zoológico.
No ha tenido su mejor temporada…
Ha sido un año largo y duro. No hemos cumplido nuestros objetivos colectivos y, a nivel personal, ha sido frustrante.
¿Ha sido malo?
He intentado ser positivo y seguir entrenando para demostrar que podía jugar más, pero no ha sido posible. Estas son cosas que ya están en el pasado ahora y tengo que mirar hacia el futuro.
Ya en febrero había muchos rumores sobre su posible salida de los New Orleans Pelicans…
La verdad es que pensé que me iba a ir pero la franquicia decidió seguir contando conmigo. Les he dicho que quiero jugar y quiero aportar. Llevo tres años en New Orleans y me siento muy cómodo, pero quiero competir por títulos y demostrar que puedo ser un centro decisivo en la liga. Si me ofrecen esa posibilidad, estaré encantado de continuar, pero si nada va a cambiar, habrá que encontrar una solución.
su futuro
«Ahora solo pienso en la NBA pero algún día me gustaría luchar por ganar la Euroliga»
¿Descarta volver a Europa?
Estoy centrado en la NBA y mi sueño sigue siendo luchar por un anillo y demostrar que puedo jugar en esa liga.
Se ha llegado a publicar que podría volver al Real Madrid…
Son solo rumores. Mi sueño sigue siendo luchar para competir por un anillo, aunque siempre he dicho que nunca he ganado una Euroliga y me encantaría ganarla, esté donde esté, pero ahora mismo no se me pasa por la cabeza.
Sueña con ganar la Euroliga con el Real Madrid… o con otro equipo.
No cierro ninguna puerta. Obviamente me gustaría volver al Madrid porque es mi casa, pero lo que quiero es ganar y si tengo una mejor oferta y proyecto de otro equipo no lo voy a rechazar.
Ha jugado pocos minutos esta temporada pero los ha aprovechado bien.
Sí, pero en la NBA todo se complica mucho una vez que se deciden las rotaciones. Da igual que juegues bien o mal, no te darán más minutos. Hay que esperar que haya alguna sanción por faltas o alguna lesión, entonces algo puede cambiar. Pero es algo que este curso no ha pasado en Nueva Orleans. Hiciera lo que hiciera, entrenando o jugando, ya sabía que no iba a cambiar mi situación.
¿Estás frustrado?
Intento aparcar pensamientos negativos como la frustración o la injusticia. Pienso en lo que puedo mejorar como motivación. Si hago todo lo posible por mejorar y nada cambia, es que no he hecho lo suficiente, así pienso.
¿Hay tantas diferencias como parece entre la NBA y el baloncesto europeo?
No tienen nada que ver con eso. Es como si en lugar de un océano hubiera una pantalla.
Habrá que explicar mejor…
La NBA es el juego más visto, pero el juego más talentoso y divertido sigue siendo el de Europa. La principal diferencia entre los dos radica en lo físico. Por suerte disfruto tanto, soy un privilegiado, la NBA durante el año y el baloncesto FIBA en verano.
La selección nunca te falla….
Es lo más divertido del año. No creo que me haya perdido un verano desde 2014.
Su rostro se ilumina.
Estoy muy agradecido por el cariño que me transmite la gente en la calle, me hace más ilusión.
Los campeones de Europa
«Los niños deberían aprender a dejarse la piel como hacen Llull, Rudy o Sergio Rodríguez»
¿podrías ver el los últimos cuatro ?
Por supuesto, yo estaba en casa viéndolo… y hasta hubo un bocado.
Nada grave, espero…
Mi novia es del Barça y yo soy del Madrid, por lo que suele haber mucho cabreo. ¡Nada serio! Quiero felicitar a los madridistas y amigos como Llull, Rudy y Sergio Rodríguez porque se lo merecen.
¿Cuál es el secreto de la eterna juventud de estos tres cracks?
Tienen un gen competitivo único, un ADN ganador y una determinación increíble. No pierden la esperanza aunque vayan por detrás en el marcador, es lo que les diferencia, lo han hecho toda la vida.
¿Es algo que notas en un vestuario?
Completamente. Tienen un aura especial. Ya sabía en casa que era el momento de Llull, aunque llevaba 0 puntos, y que Chacho lleva toda la vida pegando esos triples y Rudy defendiendo así aunque le duela la espalda. Todos los niños y niñas que juegan al baloncesto tienen que aprender a dejarse la piel en lo que hacen.
En su familia casi todos juegan al baloncesto, quizás hubiera sido desheredado si no se hubiera dedicado a la canasta.
(Risas) El baloncesto es de lo que menos se habla en casa, al contrario de lo que mucha gente piensa. Hablamos mucho de economía e inversiones. Si no hubiera sido jugador de baloncesto hubiera sido profesor, me gusta enseñar. Pero no solo inculcar conocimientos, sino también valores como el respeto o la deportividad.
¿Has cerrado esa puerta del todo?
Además de Magisterio, inicié un grado superior en dirección de entidades deportivas pero tuve que dejarlo. Sigo contemplando recuperar esos estudios porque no cierro para nada la puerta de la educación. Cultivar la mente es algo muy positivo.
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