Presentar su declaración de impuestos con errores puede generar su factura de impuestos. En esta campaña, como en cualquier otra, enviar datos personales incorrectos, olvidarse de declarar determinadas ganancias o directamente creer que no estás obligado a realizar el trámite te puede salir caro.
Cualquier error puede inclinar la balanza y pasar de un potencial reembolso a terminar pagando. “A menudo nos preguntan cuántos errores ocurren en los borradores y cuántos borradores contienen errores. A esta altura sólo puedo responder que haber cometido un error ya es perjudicar a un contribuyente”, explica Fernando Santiago, presidente del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos.
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Presentar el borrador sin más
Introduce el borrador, mira lo que te van a devolver, o paga poco, y presenta la devolución sin más. Deshacerse del proceso del impuesto sobre la renta es una tentación, pero también un error. «Se pueden pasar por alto algunos aspectos muy concretos, pero, sin embargo, pueden ser claves a la hora de reducir el gasto asociado a la declaración», advierte la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA). Estas son algunas.
Es posible que en el borrador ofrecido por la Agencia Tributaria se hayan incorporado datos sobre situaciones personales, cambios ocurridos en el año, o que otros que no proceden. Tampoco se incluyen datos como donaciones o aportaciones a colegios profesionales, que dan derecho a deducción.
Por ello, antes de presentar la declaración conviene revisar los datos fiscales de los que dispone la Agencia Tributaria y comprobar si son correctos. En caso de faltar deberán incorporarse a sus apartados correspondientes. La omisión de algunos puede conllevar sanciones, por lo que no es un punto menor… «Los datos pueden no ser correctos o estar desactualizados, por lo que el declarante tiene la responsabilidad de comprobarlos, antes de aceptar el resultado que arroja dicho borrador». , dice el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos.
Olvídate de los cambios personales
Un nacimiento, un divorcio, una unión… Los ingresos y el patrimonio pueden estar mejor controlados por la Agencia Tributaria, pero no tanto la situación de cada persona. «Es vital revisar y comunicar cualquier cambio de situación personal que pueda afectar a la declaración. Esto incluye cambios de domicilio, estado civil o nacimiento de hijos, entre muchos otros, que deben reflejarse correctamente para maximizar las deducciones y beneficios fiscales», advierte los asesores y planificadores fiscales.
Por ejemplo, no declarar un nacimiento si no está registrado no dará derecho a las deducciones por maternidad, que ascienden a hasta 1.200 euros al año.
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No comparar la declaración conjunta
Al realizar la declaración es recomendable añadir los datos del cónyuge para estar seguros de que la declaración individual vale más que la conjunta. Podrá hacerse en los datos identificativos del declarante, añadiendo el cónyuge en el apartado correspondiente. El programa de ingresos pedirá identificar al cónyuge para agregar sus datos.
Una vez ingresados los datos del cónyuge, en la parte superior del “Resumen de declaraciones” se mostrarán los cálculos en tiempo real de la tributación individual y conjunta. «En unidades familiares donde los ingresos son bajos suele ser recomendable optar por la presentación en pareja, aunque siempre será necesario estudiar los casos de forma individual», comentan desde la EFPA.
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Cree que no estás obligado a declarar
Creer que la campaña de renta no afecta es otro de los grandes errores. Los trabajadores con pagador están obligados a hacerlo si ganan más de 22.000 euros brutos anuales. Si tienes más de un pagador, el límite baja a 15.000 euros si cobras 1.500 euros del segundo pagador y siguientes.
Además, este año hay un gran cambio para los trabajadores por cuenta propia. Tendrán que presentar la declaración todas las personas, independientemente de si han tenido ingresos o no, si han ganado dinero o si llevan un solo día de alta en el régimen.
La Agencia Tributaria especifica en su portal todos los contribuyentes que están obligados a declarar. Por ejemplo, quienes perciben el ingreso mínimo vital.
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Ignorar las deducciones estatales y regionales
Otro error por querer ir rápido es olvidarse de las deducciones. Entre las estatales, que pueden aplicar todos los contribuyentes si cumplen los requisitos, se encuentran algunas para vivienda, obras de reforma energética o para la compra de un coche eléctrico.
En el caso de las comunidades autónomas, al depender de dónde vive el declarante, hay que revisar si hay nuevas o han cambiado los requisitos, como han hecho varias comunidades autónomas este año. No es un factor menor, porque el ahorro puede llegar a miles de euros y hay algunos muy dispares, que pueden escapar al control del contribuyente, como las cuotas del gimnasio, la compra de bicicletas o residir en zonas menos pobladas.
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Olvídate de nuevos valores y activos
Otro de los puntos débiles está en las novedades de los últimos años. La declaración de operaciones con criptomonedas o ventas en plataformas de segunda mano deberá tributar cuando se obtenga un beneficio a través del medio. En ambos casos, este año se han incrementado los controles de la Agencia Tributaria por su tenencia u operaciones, según los casos.
A diferencia de otros años, Hacienda dispone cada vez de más información de los usuarios, lo que se refleja en que se enviarán casi 950.000 avisos por criptomonedas y unos 164.000 por operaciones de juego online.
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Confundirse con las fechas
Aunque la campaña es una de las más largas que se recuerdan, algunas personas pasan por alto el proceso. El 1 de julio marca el final de la campaña oficial, pero entremedias hay otras fechas a tener en cuenta. Como el 29 de abril, cuando se inicia la solicitud de la cita previa para atención telefónica, que comenzará el 7 de mayo; o el 29 de mayo, cuando se podrá pedir cita previa para acudir a las oficinas de la Agencia Tributaria, que comenzarán a estar abiertas el 3 de junio.
Las declaraciones enviadas posteriormente tendrán un recargo si se hacen de forma voluntaria y un recargo adicional y multas en los casos de regularización si se ha enviado solicitud.
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