Al reflexionar sobre los distintos países, se destacan varias diferencias. Singapur y Hong Kong aspiran a convertirse en centros de negocios globales, atrayendo capital significativo. Muchos fondos de riesgo han abierto sedes en esas ciudades, atraídos por actualizaciones regulatorias frecuentes y transparentes. Japón está lidiando con los matices de la propiedad de la propiedad intelectual. En Corea, los intercambios centralizados como Upbit a menudo superan a los gigantes como Binance (en parte impulsados por el entusiasmo por las criptomonedas y las restricciones a los juegos de azar en Corea). Vietnam, si bien carece de capital sustancial, cuenta con una comunidad de entusiastas y desarrolladores. Mientras tanto, Tailandia no tiene una presencia destacada de desarrolladores o entusiastas, pero los conglomerados están observando atentamente el sector Web3.
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