el diplomático Edmundo González UrrutiaSorprendentemente, de 74 años, se convirtió en el candidato definitivo de la oposición en Venezuela, apoyado por la principal coalición de 10 partidos, la Plataforma Unitaria Democrática. Y espera desplazar al presidente Nicolás Maduro tras las elecciones previstas para el 28 de julio.
González Urrutia representa a la líder ganadora de las primarias del grupo opositor, María Corina Machado, proscrito por el régimen de Maduro y con quien hará campaña. Afirma que el país va hacia un cambio definitivo: “Ganaremos las elecciones y el peso de la victoria obligará a Maduro a entregar el poder”.
Así terminaría un cuarto de siglo de chavismo. Durante la entrevista con Clarín En su oficina el teléfono no ha dejado de sonar desde que fue designado el pasado viernes como líder del grupo opositor para las elecciones presidenciales en las que Maduro buscará una nueva reelección.
-¿Se negociará alguna transición con el gobierno de Maduro antes de las elecciones de julio o después?
-El 28 de julio se producirá una nueva realidad política en el país. Eso sucederá sin lugar a dudas. Ganaremos las elecciones. Políticamente hablando, el chavismo será un gobierno que perdió y que, aunque no está escrito, generará las condiciones para que haya una negociación de salida con el régimen. Eso es natural.
-Su aliada, María Corina, sostiene que es prioritario un acuerdo con Maduro sobre garantías institucionales y salvoconductos, ¿qué quiere decir con eso?
-A las garantías que se realizan después de un proceso electoral, garantías de protección como a la embajada argentina donde seis personas del equipo de María Corina están refugiadas para que puedan salir del país.
-¿Es posible creer que el régimen aceptará los resultados y el traspaso del poder?
-Eso lo obligará la nueva realidad política tras las elecciones y un pueblo que se expresó en las urnas. Los resultados son estos. Nuestra victoria. Allí se dan todas las condiciones. El gobierno de Maduro tendrá que aceptar esa realidad aunque no le guste. Si quiere seguir con el enfrentamiento, estamos en otra onda. Habrá que ver, los socios de la comunidad internacional ya empiezan a decirlo. El mensaje del presidente Lula da Silva fue muy claro (el líder brasileño se desmarcó de Maduro y propuso que en Venezuela se vote como en Brasil, sin proscripciones)
-¿Pero hubo negociaciones con el chavismo?
-El proceso ya comenzó hace mucho tiempo con México y el Acuerdo de Barbados (el pacto de la oposición con el régimen para transparentar las elecciones, que Maduro incumplió). Y las conversaciones que ha tenido (el jefe de la oposición en negociaciones con el régimen) Gerardo Blyde que han dado resultados, algunos prácticos y otros no tanto porque el gobierno no quiere avanzar.
-¿Existe una salida digna para Maduro como la que se propone en Colombia?
-La solución electoral es la más digna.
-Entre las elecciones de julio y el traspaso del poder hay un plazo de seis meses. ¿Adelantarías esos plazos?
-Eso es parte de las opciones que están sobre la mesa y creo que el gobierno de Maduro debería considerar esa realidad. Lo que yo haría como gobierno es avanzar en el traspaso del poder. Esa iniciativa debería venir de él.
-¿Pero qué pasa si intentas no entregar el poder?
-Se le pedirá que lo haga en las conversaciones informales que llevan a cabo Gerardo Blyde y otros. Y eso sale enseguida. Influirán los canales de los socios y aliados internacionales del régimen, que son importantes.
-Un posible gobierno suyo chocará con todas las instituciones en manos chavistas.
-Esto hay que manejarlo con mucha sabiduría y mucha fuerza porque obviamente en un nuevo gobierno los poderes están en manos del chavismo. Lo ideal es que de ahí surja un acuerdo, un acuerdo para adelantar las elecciones parlamentarias, institucionales y regionales de 2025.
– Si realmente logra llegar al poder, ¿cuáles serán los primeros pasos?
-Creo que lo más afectado es la situación económica del país. Los salarios están pulverizados. Y los presos políticos serán liberados inmediatamente.
«Lo más afectado es la situación económica del país. Los salarios están pulverizados. Y (si ganamos) los presos políticos serán liberados inmediatamente».
-¿Su pensión como exdiplomático (entre otras embajadas en Argentina) es realmente de 4 dólares?
-Claro que sí, eso es lo que gano mensualmente, eso cobro, quién puede vivir con eso, nadie, eso es algo en lo que tenemos que enfocarnos pronto.
Argentina y Javier Milei
-¿Ve ayuda en la región, en particular en Argentina, en el futuro?
– Javier Milei tiene una relación muy fluida con María Corina y han establecido contactos personales. Lo que yo diría es que hay que consolidar y potenciar estos contactos personales, de los que surgiría una relación más fructífera y beneficiosa para ambos.
-El desafío es el traslado de los votos que obtuvo María Corina, ¿harán campaña juntas?
-Sí, pero no de forma permanente. Vamos a diversificarnos.
-Dadas las circunstancias aquí, vale la pena preguntarle si su candidatura es segura. ¿No esperas trampas?
-Sí, ya está registrado en el Consejo Nacional Electoral desde el 25 de marzo y está aceptado.
-Pero Maduro podría anularlo, él controla el CNE.
-No, a estas alturas, si no lo hicieron cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo, es difícil que lo hagan ahora.
-¿Cómo se identifica usted, de centro, de derecha, de izquierda?
-Nunca he militado en ningún partido político. Siempre he tenido independencia. Nunca por la izquierda, de eso podéis estar seguros, aunque de la izquierda se pueden rescatar algunos elementos sociales.