Guerra civil en Estados Unidos: ¿fantasía o realidad?

Bajo esta premisa, el curador del Museo Nacional de Historia Smithsonian, Frank Balzich, quien se dio a la tarea de deambular por el Capitolio en busca de pancartas y otros elementos dejados por los agitadores que pusieron en jaque a la democracia estadounidense durante unas horas, el fatídico 6 de enero de 2021.

Como recuerda Blazich en un artículo de la revista Smithsonian: “En el suelo había equipos desechados por una furiosa fuerza invasora: letreros, pancartas, una bolsa roja con folletos que incluían ‘La continuación de la revolución estadounidense’. Una mano desconocida había rayado en el barro con un palo ‘TRUMP’. Encontré cerca un cartel que decía: ‘Tenemos razón/Somos libres/Lucharemos/Ya verás’”.

El momento cobra relevancia con la reciente conmemoración del primer aniversario del asalto al Capitolio por parte de quienes discreparon con el resultado de las elecciones que dieron como ganador al demócrata Joe Biden.

El acto fue catalogado por expertos y políticos como terrorismo de Estado.

“Esta despreciable muestra de violencia fue un momento oscuro en la historia de nuestra nación, pero no fue un hecho singular. Fue una muestra pública de una amenaza continua de terroristas violentos y extremistas que buscan, como lo hicieron el 6 de enero, desmantelar instituciones gubernamentales con las que no están de acuerdo”, dice un extenso artículo de Brookings Institution escrito por John Hudak, William G. Gale, Darrell M. West, Vanda Felbab-Brown, Rashawn Ray, Molly E. Reynolds, Elaine Kamarck, William A. Galston y Gabriel R. Sánchez.

Incluso el senador republicano Ted Cruz de Texas afirmó que el 6 de enero marcó el «aniversario de un violento ataque terrorista en el Capitolio».

Afortunadamente, el aniversario transcurrió sin actos de violencia, pero las divisiones entre republicanos y demócratas se profundizan a medida que la palabra «compromiso» parece estar ausente del léxico político.

Esta situación reaviva los temores de que Estados Unidos pueda encaminarse a una guerra civil.

Una encuesta realizada por la Escuela de Políticas y Servicios Públicos de la Universidad de Georgetown preguntó a los votantes qué tan cerca estaba el país de una «guerra civil», en una escala de 0 a 100.

La media positiva de la pregunta fue 67,23.

“Los votantes consideraron que las divisiones políticas eran tan profundas que creían que Estados Unidos estaba a dos tercios del camino hacia una guerra civil”, dice el informe de Georgetown, publicado en octubre de 2019.

Pero, ¿es realmente posible una guerra civil?

Otro estudio diferente del Pew Center, publicado en enero de 2021, sobre las reacciones a la toma violenta del Capitolio sostiene que “la preocupación por el país surge con frecuencia en las respuestas, pero las reacciones van desde el horror y la culpa hacia Donald Trump hasta un número relativamente pequeño que justificó la violencia o dijo que no fue perpetrada por los partidarios del expresidente”.

Para Bruce Hoffman del Council on Foreign Relations, “el choque de realidades en conflicto, exacerbado por el partidismo y amplificado en los medios y redes sociales, seguirá socavando los esfuerzos del gobierno para contrarrestar la amenaza del terrorismo interno. La atmósfera de hoy recuerda el período previo al atentado con bomba en Oklahoma en 1995, el ataque terrorista más mortífero en la historia de Estados Unidos. «

El propio presidente Joe Biden ha admitido más de una vez que “teme que la democracia se encuentre en una encrucijada”.

Es cierto que el país ha sufrido muchos golpes, desde la Guerra Civil (1861-1865) hasta el escándalo Watergate, que llevó a la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974. Sin embargo, sus instituciones democráticas siempre se han fortalecido hasta ahora.

Por ahora, los curadores del Smithsonian continúan recolectando objetos del ataque, ya que la historia de Estados Unidos debe ser enseñada, salvada, preservada y compartida porque preservar esa memoria puede ayudar a proteger la democracia.

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