En un camión, en el furor de cada discurso, María Corina Machado desenrolla un cartel de Edmundo González Urrutia ante la multitud. «¡Tenemos un candidato!» grita el inhabilitado líder opositor venezolano, alma de la campaña presidencial contra Nicolás Maduro, de cara a las elecciones previstas para el 28 de julio.
Más de dos millones de personas votaron por Machado en las primarias opositoras para ser el rival de Maduro, en el poder desde 2013. Pero quedó fuera del balotaje electoral debido a una sanción de la Contraloría, de línea oficial, que le impide ocupar el cargo. oficina pública. por 15 años.
González Urrutia, un ilustre desconocido de 74 años, se convirtió en el candidato formal de la oposición mayoritaria.
Pero Machado es la campaña.
Lleva semanas recorriendo el país, en coche -las autoridades le impiden coger un avión- y reúne multitudes cada vez que visita una localidad.
En el estado Zulia, fronterizo con Colombia y con el colegio electoral más grande del país, encabeza un acto frente a miles de personas en su capital, Maracaibo. En esto región petrolera, desmoronándose entre la corrupción y la desinversión en la industria, La explotación comercial del crudo venezolano comenzó hace más de un siglo.
Favorita en las encuestas, Machado se abre paso entre seguidores eufóricos, que buscan abrazarla, tocarla, apretarla… y llega al escenario: es una imagen típica de campaña.
«Presidente de todos los venezolanos»
en el discurso promete ser «el presidente de todos los venezolanos»aunque formalmente no es ella la candidata, sino la diplomática que hasta ahora no ha aparecido en público con ella: no hay ninguna foto ni video en las redes sociales y mucho menos un acto político.
«Es un hombre bueno, serio, honesto. Y por eso quiero pedirles… que el 28 de julio vayamos a votar con energía», exclama desde la zona de carga de un camión reconvertido en plataforma. . «¡Vamos a ganar, vamos a recolectar, vamos a destruir!» él arenga.
«¡Estamos listos!» la multitud responde. «¡Vamos a liberar a Venezuela!» ella insiste.
Después de que el Tribunal Supremo ratificara en enero de 2024 la inhabilitación de Machado, que ella califica de ilegal, la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PDU) intentó inscribir una primera candidatura, que fue bloqueada, y en el último momento González, de forma provisional.
Sin haber disputado antes un cargo electo, el PUD decidió ratificarlo como candidato.
«Creían que al cerrarme el paso la gente iba a decir ‘hasta aquí hemos llegado’ y lo que ha pasado es todo lo contrario», dijo Machado a la AFP tras la manifestación. «La gente me dice ‘votaré por quien me digas’ y te lo agradezco profundamente porque demuestra una gran confianza».
“Cuando Edmundo González Urrutia aceptó esta responsabilidad quedó claro lo que cada persona iba a aportar a este proceso”, continúa.
El rostro de la campaña y el verdadero candidato
Jesús Castillo-Molleda, politólogo y socio director de la firma Polianalítico, define la campaña «como si fueran gemelos: por un lado el portavoz y por el otro el candidato real».
El politólogo y analista Nicmer Evans coincide: «Hoy tenemos un candidato formal y un candidato de campo. Edmundo González es la garantía hasta ahora de participación y unión estratégica, mientras María Corina es la líder de masas que recorre el país movilizando el voto».
Y aunque El rostro de Machado acapara la campañaAlgunos de los asistentes al mitin en Maracaibo portaron camisetas y gorras con el nombre del candidato unitario y el lema «Edmundo pa’ todo el mundo».
«Somos conscientes de que el candidato es Edmundo González Urrutia, pero la líder de la oposición es María Corina Machado», dice Javier Atencio, presente en el mitin en Maracaibo. “Quien diga María Corina Machado es el candidato, toda Venezuela votará por él”.
“Aunque lamentablemente el señor Edmundo no puede recorrer el país (…), ella está aquí dando la cara a todos los venezolanos”, dice Ithzandra Ledezma, dueña de una panadería en Maracaibo.
La dirigente llega al Zulia luego de recorrer otros estados con su pancarta de González Urrutia. ¿Del papel a la realidad? «Cuando pueda, probablemente la acompañaré en alguna otra actividad», dice a la AFP. «No pasará mucho tiempo, pero no voy a adelantarlo», afirma.