Hezbolá confirmó en un comunicado que había enviado «tres drones desarmados en dirección al disputado campo de Karish para misiones de reconocimiento».
“La misión se cumplió”, dijo el poderoso movimiento armado chiíta, enemigo jurado de Israel y aliado de Irán, otro país en oposición directa al Estado hebreo.
El ejército israelí indicó en cambio que los tres artefactos fueron interceptados antes de volar sobre Karish.
Según fuentes militares israelíes, uno de los dispositivos fue derribado por un avión de combate y los otros dos por un buque de guerra.
El incidente ocurrió al día siguiente de que el primer ministro centrista Yair Lapid asumiera el cargo en Israel, en sustitución de Naftali Bennett.
“Estoy ante ustedes y les digo a todos los que desean que Israel desaparezca, desde Gaza hasta Teherán, desde las costas del Líbano hasta Siria: ¡no nos pongan a prueba! Israel sabe usar su fuerza contra cualquier amenaza y contra cualquier enemigo.» , declaró este sábado Lapid, en su primer discurso como jefe de Gobierno.
Lapid no se refirió al incidente del dron, pero dijo que haría todo lo posible para evitar que Irán adquiera un arma nuclear.
El descubrimiento en los últimos años de reservas de gas en el Mediterráneo oriental generó interés por su explotación y generó tensiones fronterizas entre los países de la zona.
Líbano e Israel, dos países que oficialmente siguen en guerra, iniciaron negociaciones en octubre de 2020 bajo la égida de Estados Unidos para delimitar su frontera marítima y así levantar obstáculos a la prospección de hidrocarburos.
Pero las conversaciones se suspendieron en mayo de 2021 por diferencias sobre la superficie del área en disputa, principalmente en el depósito de Karish.
Para Israel, Karish se encuentra en un área bajo su soberanía, “a muchos kilómetros del área sobre la que se tratan las negociaciones”. Pero para el Líbano, está en el área en disputa.
Las tensiones aumentaron a principios de junio, con la llegada a la zona del buque británico de prospección y extracción de gas “Energean Plc”, contratado por Israel para operar en esa zona.
El presidente libanés, Michel Aoun, y el primer ministro saliente, Najib Mikati, denunciaron la presencia de ese barco como una «provocación» israelí y pidieron la mediación de Estados Unidos para delimitar la frontera marítima.