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De Carlos Menem a Mauricio Macri, de Raúl Alfonsín a los Kirchner, Todos recibieron el visto bueno del Congreso para iniciar su gestión de Gobierno. Incluso Fernando de la Rúa, el presidente políticamente más débil que ha tenido Argentina desde el retorno de la democracia, obtuvo el visto bueno del parlamento para avanzar con medidas centrales en los primeros 100 días de su mandato. Algo que no parece repetirse con Javier Milei, quien no obtiene la sanción de la Ley de Bases estancada en el Senado.
A estas alturas queda claro que el proyecto «fundacional» del gobierno libertario era más que ambicioso cuando llegó en diciembre del año pasado con más de 600 artículos modificando cientos de leyes y promoviendo una fuerte reestructuración del Estado. Pero incluso su reducción a menos de la mitad de los artículos no fue suficiente y la previsión de aprobación de la norma sigue siendo reservada.
Por costumbre o tradición, el Congreso supo otorgar beneficios a cada gobierno entrante. Raúl Alfonsín obtuvo su primera ley a 6 días de llegar a la Casa Rosada, en diciembre de 1983, con la derogación de la Ley de Amnistíalo que permitió llevar a cabo el Juicio a las Juntas en el que fueron condenados Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini y Orlando Ramón Agosti.
menem lo hizo
Ya en la presidencia de Carlos Menem, luego de la crisis inflacionaria que acabó con el gobierno de Alfonsín, se presentan situaciones impensables en el escenario actual del Congreso. Apenas 40 días después de su toma de posesión en julio de 1989, Menem obtuvo la aprobación de la que sería su primera gran ley.. La Reforma del Estado (formalmente Ley N° 23.696) que le permitió avanzar con un amplio proceso de privatización de empresas estatales y la fusión y disolución de diversas entidades públicas. Casi un déjà vu de la era Milei.
A diferencia del libertario, Menem contó con el apoyo del Partido Justicialista y sus aliados, entre ellos la UCeDe de Álvaro Alsogaray, quien en esos años proclamaba que «achicar el Estado es agrandar la Nación». En septiembre de 1989 obtuvo la aprobación de la emergencia económica, lo que se tradujo en suspensiones de subvenciones y subsidios, y en la interrupción de regímenes de promoción industrial y minera como la compra nacional. Para completar, se prohibió la incorporación de nuevos empleados a la administración pública. En aquellos días, como ahora, también se hablaba de actualizar las pensiones, que entonces eran de 12 dólares.
El ajuste de De la Rúa y Machinea para reducir el déficit
Fernando De la Rúa necesitó 5 días. En diciembre de 1999, el Senado avanzó con la ley que ratificaba los objetivos de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, organización que hoy Milei tiene en la mira dentro de su plan de disolución. Pero las medidas que pretendían ser las bases del gobierno de la Alianza llegaron antes de finalizar ese año con la aprobación de una reforma tributaria de José Luis Machinea.
Aquí también hay al menos dos datos curiosos: De la Rúa venció la resistencia del peronismo a la reforma pero también logró rechazar las modificaciones del Senado, obviamente controlado por el PJ.
Paralelamente al momento actual, Por aquellos días Machinea también perseguía una reducción del déficit fiscal y las nuevas regulaciones se traducirían en un golpe para la clase media. -al igual que en la era Milei- ya que contemplaba importantes modificaciones al Impuesto a la Renta, reducciones en las pensiones, la generalización del IVA y un gran aumento de los impuestos internos. Para colmo, se eliminó el impuesto docente, un fondo destinado a los salarios de los docentes.
Tras la crisis de 2001 y la caída de De la Rúa, Eduardo Duhalde asumió el poder el 2 de enero de 2002 sobre la base de un acuerdo político con Alfonsín. Después de ver pasar a cinco presidentes en diez días, ninguno de los bloques legislativos estaba en condiciones de poner obstáculos a la gestión provisional. Y en menos de una semana, el exgobernador obtuvo la sanción de la Ley de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario. Así, se puso fin a la convertibilidad con la primera devaluación en 10 años y se avanzó en una modificación de la política cambiaria que liberará al peso del dólar.
La era Kirchner con historial de decretos y mayorías en el Congreso
El 25 de mayo de 2003 desembarcó Néstor Kirchner, con un país sumido en una brutal crisis socioeconómica que aún hoy arrastra sus consecuencias. A diferencia de sus antecesores, el patagónico creía más en decretos que en leyes y se volvió el presidente que firmó más DNU al año. Fueron 270 en 4 años, la mayoría sin pasar por la ahora rigurosa Comisión Bicameral. Si bien el Congreso aprobó 56 proyectos del Ejecutivo en el primer año, Kirchner prefirió prolongar las emergencias alimentaria, sanitaria y laboral por decreto, que prohibía los despidos y establecía dobles indemnizaciones.
Cristina Kirchner, en tanto, resolvió cuestiones tributarias días después de asumir el cargo en 2007 y a principios de 2008, en el período extraordinario de sesiones, aprobó el reordenamiento de la actividad ferroviaria. La entonces presidenta no tuvo problemas de números en el Congreso ya que contaba con más de 130 diputados y en el Senado, el bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto superó los 40 escaños.
En línea con sus antecesores, Mauricio Macri, quien llegó al poder en 2015 gracias a la alianza del PRO, los radicales y el fuerte apoyo de Elisa Carrió, también apostó por los decretos. De esta manera modificó aspectos tributarios, suspendió la aplicación del Código Procesal Penal y dejó la escucha judicial en manos del Tribunal. El decreto más polémico fue el nombramiento de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como miembros de la Corte Suprema, que finalmente no prosperó y tuvo que cumplir con la legislación vigente.
Pero la gran demostración de poder de Macri se produjo a los 100 días, cuando en marzo de 2016 consiguió que el Congreso aprobara el pacto con los fondos buitre, un paso inevitable para acceder al crédito internacional. Lo logró no sólo con los votos de Juntos por el Cambio sino también de peronistas disidentes y gracias a la fractura del kirchnerismo.
El peronismo volvió al poder de la mano de Alberto Fernández, bendecido por la elección de Cristina, y a 10 días de juramentarse en 2019, recibió un amplio traspaso de competencias del Congreso gracias a la aprobación de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. en el Marco de la Emergencia Pública. Un proyecto de 84 artículos que le dio al Gobierno facultades para crear el impuesto PAIS, actualizar los Bienes Personales y retener las exportaciones agrícolas.
El retraso en la aprobación de la Ley de Bases genera tensiones en el Congreso, Juliana Santillán, diputada de La Libertad Avanza, destacó que el equipo económico de Javier Milei «logró el equilibrio fiscal y financiero en los primeros 70 días» y advirtió que «el Senado se detiene los tiempos y los procesos para que la Argentina se recupere más rápido».
Pero Paula Oliveto, diputada de la Coalición Cívica, advirtió que hubo «una estrategia equivocada por parte del Gobierno» al enviar un proyecto de ley ómnibus, que «era imposible votar a libro cerrado». Ahora, el misterio es cómo continuará la historia en el Congreso.