Israel y Estados Unidos enfrentan cada vez más presiones internacionales para detener el conflicto en Gaza, con un llamado a un alto el fuego que será votado en las Naciones Unidas en las próximas horas. Israel continúa su ofensiva contra Hamás, el grupo insurgente que controla el territorio, y advierte que el conflicto podría prolongarse durante semanas o incluso meses.
El ataque letal de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre ha desencadenado una guerra que ha causado una devastación sin precedentes en la empobrecida Franja de Gaza. Más de 18,000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han perdido la vida, y más del 80% de los 2.3 millones de habitantes se han visto obligados a abandonar sus hogares.
El norte de la Franja ha sido arrasado y cientos de miles de personas han buscado refugio en las zonas seguras del sur, que cada vez son más reducidas. El sistema de atención médica y las operaciones humanitarias están colapsando en gran parte de Gaza, y los trabajadores humanitarios advierten sobre la inminente hambruna y la propagación de enfermedades entre los desplazados que se encuentran en los refugios y campamentos.
Durante la noche y la madrugada del martes, Israel bombardeó el sur de Gaza, la misma zona donde se había ordenado a los civiles refugiarse, lo que resultó en la muerte de al menos 23 personas, según informó un reportero de The Associated Press en un hospital cercano. En el norte de Gaza, Médicos Sin Fronteras denunció que un cirujano del hospital Al-Awda resultó herido el lunes por un disparo proveniente del exterior del centro, que lleva una semana bajo el asedio de las fuerzas israelíes.
En una conferencia de prensa con AP, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, se negó a establecer un plazo para el fin del conflicto, pero indicó que la fase actual, con combates terrestres intensos y ataques aéreos, podría durar varias semanas, e incluso meses. Según Gallant, la siguiente fase incluirá enfrentamientos de menor intensidad contra los focos de resistencia, y requerirá que las fuerzas israelíes mantengan su libertad de acción. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha afirmado que Israel mantendrá el control de la seguridad en Gaza de manera indefinida.