A pesar de que Brasil, Argentina y México son los principales socios comerciales de Irán en América Latina, en la primera visita oficial del presidente Ebrahim Raisí a la región se dio prioridad al fortalecimiento de los vínculos con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, con los que la El régimen iraní comparte similitudes políticas. Todos estos países están clasificados como regímenes autocráticos (V-Dem). Todos ellos muestran bajos niveles de respeto por las libertades y derechos civiles de sus ciudadanos (Casa de la libertad). Todos ellos también han sido denunciados ante organismos internacionales por graves violaciones a los derechos humanos. Estos regímenes se enfrentan a un número importante de sanciones internacionales, que los han mantenido en gran medida aislados de los flujos del comercio internacional. Irán con 3.616 sanciones, Venezuela con 651 y Cuba con 208, se encuentran entre los cinco países más sancionados del mundo. Finalmente, todos estos países mantienen posiciones antagónicas hacia la política internacional de Estados Unidos y sus aliados, al tiempo que cultivan estrechas relaciones con China y Rusia.
Los intereses comunes derivados de estas similitudes determinaron el objetivo político de esta gira iraní y la línea discursiva adoptada por los líderes durante la misma. Así, el presidente Raisí, antes de partir hacia América Latina, subrayó el carácter «estratégico» de las relaciones del régimen islámico iraní con Venezuela, Nicaragua y Cuba, sobre la base de que «nuestra posición y la de estos tres países es oponerse al imperialismo y al unilateralismo». Durante los encuentros bilaterales, esta posición fue sostenida reiteradamente por los líderes latinoamericanos: acusaron de imperialista la política exterior de Estados Unidos, rechazaron las sanciones internacionales por considerarlas instrumentos unilaterales, ilegales y desestabilizadores, criticaron la defensa de la democracia y los derechos humanos por parte de las potencias occidentales como acciones hipócritas e intervencionistas, y pidió el establecimiento de un nuevo orden mundial multipolar.
Durante el periodo del presidente persa se firmaron 35 instrumentos bilaterales de diferente tipo (acuerdos, convenios y memorandos de entendimiento): 26 con Venezuela, 3 con Nicaragua y 6 con Cuba. Estos instrumentos cubrían un amplio espectro de temas económicos, comerciales, energéticos, científicos y tecnológicos. Sin embargo, como es habitual respecto de las relaciones entre este tipo de regímenes, se proporcionó muy poca información sobre el contenido específico de cada uno de estos instrumentos. El énfasis a la hora de destacar la firma de estos acuerdos estuvo encaminado a resaltar ante la comunidad internacional la “cristalización de la gestión de las relaciones estratégicas de Irán con estos gobiernos amigos”.
El despliegue de Irán en América Latina
Si bien las relaciones entre Irán y América Latina se han desarrollado con altibajos y con resultados muchas veces alejados de los anunciados, es innegable que hoy —si se compara con la realidad de principios del siglo XXI— la presencia de los intereses de los Régimen islámico iraní en América Latina se ha expandido significativamente.
A fines del siglo XX, Irán solo tenía representaciones diplomáticas en cinco países latinoamericanos, y sus relaciones diplomáticas eran de tipo convencional. Para 2009, Teherán ya contaba con embajadas y consulados en once países latinoamericanos. Entre 2005 y 2013, Joseph M. Humire, director de Sociedad libre seguraestimó que Irán había firmado «más de 500 acuerdos bilaterales con media docena de países latinoamericanos, y había más que duplicado su comercio en la región». Según datos del Banco Mundial, las importaciones iraníes desde la región alcanzaron los 1.000 millones de dólares en 2017, mientras que las exportaciones de Irán a América Latina rondaron los 500 millones de dólares. En 2007, Irán se adhirió a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como un miembro observador. En 2011, la televisión estatal iraní lanzó HISPAN tv, un canal internacional de noticias en español dirigido principalmente a audiencias latinoamericanas, que se complementó con la Agencia de Noticias de la República Islámica de Irán (IRNA, por sus siglas en inglés). En 2015, la República Islámica había establecido más de 80 centros culturales en América Latina, un número muy desproporcionado para la pequeña población musulmana de la región, dijo el general John F. Kelly, entonces jefe, a un Comité del Congreso de los EE. UU. del Comando Sur de EE. UU.
Venezuela, plataforma de Irán en América Latina
Las dimensiones de Venezuela, su ubicación estratégica en la intersección de América del Sur, América Central y el Mar Caribe, así como la abundancia de recursos naturales y energéticos en su territorio, fueron factores determinantes que llevaron a la República Islámica de Irán a considerarla como puerta de entrada a América Latina a principios del siglo XXI. Durante los primeros años de su mandato, Hugo Chávez jugó un papel crucial en fortalecer los lazos del país con Irán e influir en otros países aliados de su gobierno, como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, para que siguieran el mismo camino.
En 2007, los intercambios económicos bilaterales entre Venezuela e Irán alcanzaron los 17.000 millones de dólares estadounidenses y en Venezuela trabajaban cinco mil iraníes. Para 2010, Chávez ya había visitado Irán ocho veces y recibido igual número de veces a un presidente de ese país: cuatro veces al presidente Khatami y cuatro veces al presidente Ahmadinejad. Según el internacionalista y profesor universitario Carlos Romero en su estudio “La Política Exterior de la Venezuela Bolivariana”, para ese entonces ambos países habían suscrito 270 instrumentos de cooperación entre memorandos de entendimiento, contratos y convenios en diversas áreas, entre ellas energía, salud, educación. y tecnología, transporte, agricultura, fabricación de plantas y automóviles, y en la construcción de viviendas. Producto de estos acuerdos, en Venezuela se estaban desarrollando ese año alrededor de 60 proyectos binacionales y más de 80 empresas de origen iraní. En 2012, con apoyo y asesoría iraní, la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim) comenzó a ensamblar drones con capacidades ofensivas.
Aunque la muerte de Chávez en 2013 provocó un frenazo en las relaciones, Maduro retomó y siguió fortaleciendo la alianza política con Irán a partir de 2015. Durante los últimos diez años, Maduro ha visitado Irán tres veces, dos veces recibió visitas de Estado de un presidente iraní y ha firmado 39 instrumentos de cooperación bilateral con Irán, en comercio, energía, ciencia y tecnología, agricultura y turismo. En 2021, con miras a lograr la independencia tecnológica militar de Venezuela, se creó el “Consejo Militar, Científico y Tecnológico”, organismo asesorado por expertos de China, Rusia, Cuba e Irán.
Él Poder suave iraní en venezuela
Al no tener el mismo músculo financiero y comercial que China ni el nivel tecnológico-militar de Rusia, Irán ha buscado apuntalar y reforzar su estrategia hacia América Latina con una diplomacia cultural agresiva para salvar las grandes distancias culturales que existen entre ambas regiones y así suavizar el camino hacia sus intereses políticos, económicos y militares. A través de instrumentos no coercitivos, buscando expandir lo que se conoce como Poder suave o soft power, el régimen iraní ha promovido en América Latina, y en especial en Venezuela, su cultura, valores y tradiciones, así como su perspectiva y narrativa crítica sobre el orden internacional, la cultura occidental y su democracia. Embajadas, centros culturales, el canal HISPAN TV, universidades y centros de investigación han jugado un papel importante en este trabajo.
A pesar de las grandes diferencias culturales entre ambos países, Ali Akbar, investigador de la Universidad de Melbourne, en su estudio “El poder blando de Irán en Venezuela” (2022), encuentra que “los esfuerzos de Teherán por promover sus normas culturales en Venezuela han sido relativamente exitoso. Akbar destaca en su estudio que, durante los años 2021 y 2022, Irán invirtió muchos recursos en promover sus discursos antiestadounidenses y antiimperialistas en Venezuela. Este investigador concluye que “Irán ha ido aumentando sus medidas de poder blando; y es probable que estas medidas garanticen e incluso prolonguen la presencia e influencia de Teherán en Venezuela”.
La relación entre el régimen chavista y el iraní se ha caracterizado por su falta de transparencia y secretismo. Los términos y alcances reales de esta alianza, así como su desarrollo, son desconocidos por la gran mayoría de los venezolanos. Lo que sí deja claro la «cristalización» de esta alianza es que, en su afán por retener el poder, el régimen chavista no ha dudado en subordinar el país a agendas geopolíticas foráneas que ponen en riesgo la seguridad, los valores, las tradiciones y los legítimos intereses de los pueblos. nación venezolana.
Read More: La “cristalización” de la alianza entre Irán y Venezuela – – 20/06/2023