Aristóteles sostenía que el objetivo último de la educación era la felicidad y Platón defendía también la formación del alma como forma de formar buenos ciudadanos. Suena como un cuento de hadas considerando lo que las grandes instituciones esperan ahora de los estudiantes. La educación debe centrarse en la productividad y los estudiantes son vistos como una especie de recurso futuro a ser explotado por el sistema económico de un país. Así se puso de manifiesto en la mesa redonda “La educación como palanca de productividad”, celebrada en el segundo día de la reunión anual del Círculo de Economía, que este año llega a su 39ª edición en Barcelona.
El coloquio estuvo dirigido por Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE desde hace varios años. Esta es la organización que organiza las pruebas PISA que las últimas ediciones han dejado tan mal a España y que en Cataluña han provocado un terremoto dados sus pésimos resultados en la última edición de estos exámenes (uno de los más bajos entre todas las comunidades autónomas). No sería tan sangriento si este deterioro identificado por PISA no coincidiera con lo que muestran las propias evaluaciones internas de la Generalitat: un descenso continuo de los niveles educativos.
Las escuelas de hoy son la economía del mañana
La pregunta fundamental es: ¿con qué objetivo debemos elevar el nivel educativo de los estudiantes? Para los ponentes de esta mesa redonda, hacerlos más competitivos en un mundo acelerado. “La educación española también tiene un problema de productividad”, coincidieron los ponentes, compuestos, además del representante de la OCDE, por la rectora de la UOC, Àngels Fitó, la vicepresidenta y directora general del campus HP de Barcelona y la ex El director general de Educación y Cultura de la Comisión Europea, Xavier Prats, que actuó como moderador.
Las escuelas de hoy son la economía del mañana, afirmó Schleicher. Y estos centros educativos deberían obtener mejores resultados dado el contexto español, con un mayor nivel de bienestar que países que obtienen una puntuación similar en PISA. Es decir, ser más productivos dados los recursos que tienen.
«Necesitamos un enfoque holístico»
No hay atajos para subir de nivel. Las recetas que ha esbozado Schleicher son las mismas que defiende desde hace más de una década (le escuchamos a menudo cuando cubrimos el área de Educación de este diario, hace quince años, y sus ideas permanecen). Se trata de combinar la inclusión con el fomento de la excelencia, una mejor formación del profesorado, la implantación de la educación aplicada y que los estudiantes sean protagonistas y no meros receptáculos de información… La inversión, a pesar de que España está un 20% por debajo de la media de la OCDE «No es tan relevante aumentar los resultados», han coincidido.
Tan sencillo de definirlo y tan complicado de ponerlo en práctica. “Necesitamos un enfoque holístico”, resumió el rector de la UOC. En el lado positivo y demostrando una vez más que cualquier momento pasado no siempre fue mejor, el directivo de HP ha destacado que los nuevos profesionales que se incorporan a su empresa tienen mejores habilidades de comunicación, capacidad para trabajar en grupo y resolver problemas que sus antecesores. antecesores. No sabemos si son más felices o mejores ciudadanos, pero han sido formados para lo que requiere el mercado.
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