España logró aumentar la recaudación del IVA en 6.300 millones anuales durante 2022 y 2023 gracias a una reducción del fraude fiscal y de la economía sumergida. Es la principal conclusión de un informe elaborado por EsadeEcoPol, que señala que la clave para sacar a la luz estos pagos negros fue el incremento de los pagos a través de medios electrónicos.
El documento firmado por Francisco de la Torre, interventor de Hacienda y director del foro fiscal del grupo de expertos, confirma que, desde el confinamiento, los consumidores han ido incrementando su consumo y, además, recurriendo con mayor frecuencia al pago con tarjeta en detrimento del efectivo. Durante el año pasado, las operaciones con tarjeta sobre consumo final fueron casi una de cada tres, cerca de 60.000 millones, según datos del INE y el Banco de España.
El mayor uso de las tarjetas de crédito, que supone cerca de un tercio de los pagos de los consumidores, provoca una economía sumergida
Las tarjetas de crédito dejan huella, por lo que en los últimos años se ha producido un aumento en el porcentaje de operaciones sujetas y declaradas por el IVA, que incluso ha sido superior al consumo en ese periodo, explica el informe. “Todo nos lleva a concluir que ha habido una reducción de la economía sumergida, acompañada, con gran probabilidad, de un mejor cumplimiento tributario”, añade.
El inspector de Hacienda explica que España atravesó en 2020 el llamado “efecto Hugo”, en relación con una fuerte caída de los ingresos como consecuencia del colapso de la economía. Pero durante 2022 y 2023 ocurrió justo lo contrario: “Un aumento inesperado de los ingresos” que, si bien podría tocar techo, “se ha consolidado”.
Para De la Torre, «el aumento de los ingresos ligado a la reducción de la economía sumergida es una excelente noticia», porque podría permitir un mayor volumen de gasto público para necesidades sociales o una reducción del déficit. Pero el autor exige ir más allá: «Habría que insistir en las obligaciones de información de los medios de pago, intensificándolas y extendiéndolas a otros medios de pago que dejen huella, como las transferencias, incluidas las de menor importe». El experto fiscal señala que esta reducción de la economía sumergida también podría deberse a una mayor conciencia social. “Convencer a los españoles de que pagar sus impuestos fue, es y creo que seguirá siendo la medida antifraude más importante”, concluye.
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