Bloomberg Línea — Si bien en América Latina y el Caribe la mayoría de la gente vive en grandes ciudades, estas no son áreas particularmente productivas debido a factores como desindustrialización, gran congestión del tráfico y divisiones urbanassegún un nuevo informe del Banco Mundial.
El informe concluye que si bien las ciudades latinoamericanas tienen una mayor densidad de población que las del resto del mundo y el ingreso per cápita es alto en las áreas urbanas más grandes y densas, estas «No son particularmente productivos».
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“En promedio, las primas de productividad en localidades predominantemente urbanas son apenas superiores a los de las localidades mayoritariamente rurales”, dice el informe.
El documento, titulado ‘La evolución geográfica de la productividad y el empleo’, señala que las ciudades latinoamericanas No logran captar realmente los beneficios que pueden obtener a través de la proximidad geográfica y el acceso a los mercados.
Las principales anclas para que esto suceda y, por otro lado, Se generan economías de aglomeración “estériles”, Tienen que ver con los llamados costos de la densidad poblacional, como la congestión del tránsito, la delincuencia y la competencia de los negocios informales, así como el impacto en el sector inmobiliario en las zonas urbanas centrales.
«Desafortunadamente, Las grandes ciudades de la región no son centros productivos dinámicos”, dice el informe del Banco Mundial.
Según cifras de la entidad, cuatro de cada cinco latinoamericanos viven en zonas urbanas. De hecho, Casi el 40% de la población vive en ciudades de 1 millón o más de habitantes.
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Los tres factores para tener ciudades improductivas en América Latina
En profundidad, el fenómeno de la baja productividad en las ciudades de la región está asociado a un marcado proceso de desindustrialización¿Qué tiene que ver con lo que eres? Se han alejado de la producción de bienes y servicios comercializables. y se han centrado más en servicios no comercializables.
Prueba de ello es que de las 15 ciudades más importantes de la región, ninguno es producción y sólo Brasil, México y Centroamérica tienen ese tipo de ciudades, pero Son relativamente pequeños.
A este factor se suman los problemas de conectividad y lo que los autores del informe han denominado “La maldición de la distancia”con Bogotá, Ciudad de México, Ciudad de Guatemala, Ciudad de Panamá y Santo Domingo, entre las ciudades más congestionadas del mundo.
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“Si bien la congestión del tráfico reduce los beneficios de la aglomeración para todas las empresas, este efecto es mucho más acentuado en el caso de las empresas de servicios y las empresas locales, de menor tamaño y con menor experiencia, que operan en el mercado interno. ”, dice el documento.
Y un tercer aspecto que va en contra de la productividad en las ciudades es Las divisiones entre zonas pobres y prósperas.que podría limitar “el alcance geográfico de las economías de aglomeración y generar ineficiencia”.
“La segregación residencial tiene efectos negativos bien conocidos en la escolarización, la salud, la igualdad de oportunidades, la movilidad intergeneracional, los flujos de información y el capital social”, explican especialistas del Banco Mundial.
La demografía se convirtió en el nuevo dolor de cabeza para América Latina
América Latina comienza a sentir los efectos del cambio demográfico y del envejecimiento de su población en el crecimiento económicoSe espera que el PIB crezca alrededor del 2% en los próximos cinco años. situándose por debajo de su media históricasegún un análisis firmado por expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se estima que el bono demográfico en América Latina y el Caribe terminará en 2029 después de 62 añossegún explicó a Bloomberg Línea el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) – División de Población de la CEPAL, Simone Cecchini.
Esto significa que para 2029 la población dependiente (menores de 15 años y 65 años y más) crecerá más que la población en edad de trabajar (de 15 a 64 años).
Las proyecciones del FMI sugieren que el porcentaje de población activa se mantendrá estático en los próximos cinco años, lo que marca una ruptura en la tendencia, ya que Desde 2000, se había añadido un 0,5% a la población activa.
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Celade pronostica que las personas de 60 y más años superarán a los menores de 15 años en 2047 en la región.
“Lo más destacable es que el bono demográfico va disminuyendo a medida que la población envejece y el porcentaje de población activa alcanza sus máximos, y eso significa que la proporción de la población capaz de generar ingresos dejará de crecer”, dice el análisis del FMI.
Analistas del FMI advierten que las tendencias demográficas ayudaron a impulsar el crecimiento de la fuerza laboral y de América Latina casi el 50% en las dos décadas previas a la pandemia.
Sin embargo, esta tendencia se estaría revirtiendo y estos cambios demográficos “Dejarán de ser un motor de crecimiento en los próximos años”, señalaron.
Actualmente, se estima que la región cuenta con unos 652 millones de habitantes, de los cuales el 50,8% forma parte de la fuerza laboral.
Sin embargo, el crecimiento poblacional promedio caerá del 1% anual durante las dos décadas anteriores a la pandemia al 0,6% anual en los próximos cinco años.
Este factor también se considera de atención, ya que El crecimiento demográfico puede ayudar a aumentar los ingresos públicos dados los altos niveles de deuda que enfrentan los países latinoamericanos.