Bogotá — A poco más de 20 días de que cayera en el Congreso de la República la reforma sanitaria del presidente Gustavo Petro, el jefe de Estado anunció que presentará un nuevo proyecto, esta vez consensuado con la EPS.
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En carta emitida por el Ejecutivo, y que está firmada por Salud Total EPS, Acemi (Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral), EPS Sura, Nueva EPS, Compensar, Mutualser y Coosalud, se indica que han coincidieron aspectos relacionados con la transformación de las EPS en gestoras de salud y vida, “su nuevo rol, responsabilidades, interacción con otros actores y competencias”.
El objetivo del nuevo proyecto (que tiene menos de la mitad de artículos que el presentado inicialmente) es que, por un lado, las EPS que actualmente operan en el Sistema General de Seguridad Social en Salud y que cumplan con las condiciones de permanencia, lo cual lo seguirán haciendo hasta por dos años; y por el otro, que las EPS que presenten un plan de reestructuración de pasivos, aprobados por el Gobierno, y cumplan condiciones de satisfacción de los usuarios y resultados de salud, podrán convertirse en gestores sanitarios.
Respecto a la gestión del pago por la prestación de servicios de salud, el texto indica el Ministerio de Salud regulará las características del registro y certificación y que con ello se entenderán aceptadas las condiciones establecidas en la normativa a la que están sujetos los prestadores de servicios de salud en el nivel complementario de mediana y alta complejidad de las Redes Territoriales Integrales e Integradas de Servicios de Salud”, lo que faculta a ser parte de las redes habilitadas para recibir usuarios de los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS)”.
Estos centros, gestionados por el sector público o gestores de salud y otros proveedores de servicios de salud.
Sin embargo, la nueva iniciativa ya está recibiendo objeciones. Andrés Vecino, profesor e investigador de la Universidad John Hopkins, expresó que la propuesta de reforma sanitaria acordó con las EPS, aunque les da una salidasigue siendo problemático en términos de mejorar los problemas estructurales del sistema y, de hecho, podría empeorarlos.
Entre los argumentos que ofrece está el riesgo financiero, al mantener el manual tarifario como principal método de control de costos y seguir trasladando la gestión de riesgos a IPS (vía case mix no ponderado) y ADRES.
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Además, los gestores de salud ganan una comisión fija más un incentivo mayor al que reciben actualmente en la práctica por sus servicios sin arriesgar su propio capital. lo que reduce los incentivos para controlar los costos. Lo anterior, teniendo en cuenta además que no se propone un plan de beneficios explícito.
Hablando del flujo de pacientes, Vecino explica que los CAPS siguen siendo su puerta de entrada y siguen fragmentados porque la fuente de ingresos/gobernanza es diferente del nivel superior. Lo que representa un camino poco claro para las personas que requieren un manejo especializado continuo.
Los recursos del régimen subsidiado de las entidades territoriales continúan transfiriéndose a la operación de los CAPS, lo que implica que los recursos de la UPC del régimen contributivo vigente deben utilizarse para ambos regímenes.
Respecto al personal de salud, el experto señala que se establecen mejores condiciones laborales pero que se introducen rigideces para los especialistas (que no las quieren) y que no se suman recursos para los más de COP$5 mil millones adicionales que cuesta mejorar esas condiciones.
“No existe una concepción diferencial entre la prestación de servicios en zonas urbanas y rurales, que es el pecado original de nuestro sistema de salud, al no abordar las barreras de acceso específicas en cada zona. Como en todos los textos anteriores, La salud pública está olvidada. Sorprende porque es una crítica frecuente, con razón, de los críticos del sistema sanitario”, añade Vecino.
Y concluye que el texto sufre los mismos problemas que el texto que fue archivado en la Comisión Séptima del Senado de la República, “solo que esta vez le da a las EPS una salida que puedan aceptar. «No me parece que vaya a reparar los problemas estructurales del sistema de salud».