Las exportaciones de China sufrieron la caída más pronunciada en casi tres años en diciembre, acumulando una mayor presión económica a medida que los formuladores de políticas en Beijing lidian con el lento crecimiento económico y un brote nacional de Covid-19.
Las exportaciones cayeron un 9,9 % interanual en términos de dólares en diciembre, según datos oficiales publicados el viernes por la administración general de aduanas de China, peor que la caída del 8,7 % de noviembre, pero superando ligeramente las expectativas de una contracción aún mayor. Las importaciones cayeron un 7,5 por ciento el mes pasado, frente a una caída del 10,6 por ciento el mes anterior.
Durante todo el año, el superávit comercial de China alcanzó un récord de 878.000 millones de dólares gracias al auge de la era de la pandemia que impulsó sus exportaciones.
Pero las exportaciones ahora han disminuido año tras año en cada uno de los últimos tres meses a medida que la demanda mundial se desaceleró y los brotes de Covid arrasaron el país.
Las exportaciones a los EE. UU. y la UE se desplomaron un 18 y un 20 por ciento respectivamente, ya que el aumento de las tasas de interés redujo el apetito por los productos chinos, señalaron los analistas de Goldman Sachs, al mismo tiempo que Beijing comenzó a desmantelar su costosa política de cero covid de bloqueos, pruebas masivas y cuarentenas obligatorias.
“La conclusión es que después de servir como motor del crecimiento de China en los últimos tres años, este año la demanda externa será un lastre importante para la economía china”, dijo Larry Hu, economista jefe para China de Macquarie.
China publicará sus cifras de crecimiento del producto interno bruto para todo el año el martes y se espera que no alcance el objetivo del 5,5 por ciento que ya era la cifra más baja en décadas.
Aunque su estrategia de cero covid impuso severos costos económicos, la reapertura repentina del país ha provocado cientos de millones de infecciones en cuestión de semanas, según estimaciones internas del gobierno, lo que marca el comienzo de un período de graves interrupciones.
Los economistas están observando de cerca el impacto de la reapertura en la actividad económica interna, que se espera que eventualmente se recupere. La actividad fabril en diciembre fue la que más cayó desde el comienzo de la pandemia, según los datos oficiales del índice de gerentes de compras, aunque una encuesta privada mostró un impacto menos severo.
Hu pronosticó una aceleración del crecimiento este año al 5,5 por ciento, con una caída simultánea de las exportaciones y un fortalecimiento de la demanda interna.
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Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management, dijo que el débil crecimiento de las exportaciones “resalta la importancia de impulsar la demanda interna como motor clave de la economía en 2023”, y agregó que el mercado “anticipa más políticas para impulsar el consumo interno”.
A diferencia de las exportaciones, que aumentaron durante la pandemia, el consumo en China se vio sofocado por los frecuentes cierres. Las ventas minoristas, un indicador de la demanda de los consumidores, que también se dará a conocer el martes, se volvieron negativas en octubre y cayeron un 5,9 por ciento en noviembre mientras las autoridades luchaban por contener múltiples brotes de covid.
En los últimos meses, el gobierno ha dado a conocer medidas para apoyar a su debilitado sector inmobiliario en una señal de creciente urgencia por la debilidad de la economía.