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El comercio de China volvió a crecer en términos de dólares en abril después de las caídas del mes anterior, con exportaciones e importaciones expandiéndose mientras Beijing depositaba sus esperanzas en una reactivación liderada por la manufactura para impulsar el debilitado crecimiento en la segunda economía más grande del mundo.
El valor de las exportaciones de China aumentó un 1,5 por ciento en abril con respecto al año anterior, revirtiendo una caída anual del 7,5 por ciento en marzo, cuando los precios más bajos golpearon a los productores. Los analistas encuestados por Reuters habían pronosticado un aumento en el valor de las exportaciones del 1,5 por ciento.
El valor de las importaciones de China aumentó un 8,4 por ciento en abril, por encima de las expectativas de los analistas de un crecimiento de poco menos del 5 por ciento y revirtiendo una caída del 1,9 por ciento en marzo.
La administración del presidente chino Xi Jinping se está apoyando en la manufactura de alta tecnología para compensar una caída económica derivada de una menor inversión inmobiliaria, una débil confianza de los consumidores y un gasto ineficiente en infraestructura.
El mes pasado, China informó un crecimiento del PIB del 5,3 por ciento en el primer trimestre respecto al año anterior, superando las expectativas de los analistas a pesar de las crecientes tensiones geopolíticas sobre el comercio y la política industrial.
El gobierno de China ha fijado un objetivo de crecimiento del PIB del 5 por ciento para 2024, la misma cifra que el año pasado y el más bajo en décadas, que los analistas han calificado, no obstante, de ambicioso.
Muchos economistas han pedido a Beijing que haga más para impulsar la confianza de los consumidores e inversores y alentar el gasto a través de medidas de estímulo directo y fortaleciendo la red de seguridad social. La economía ha luchado contra la deflación, con los precios al consumidor aumentando sólo un 0,1 por ciento en marzo, mientras que las ganancias de las fábricas también quedaron rezagadas después de alcanzar un máximo de 25 meses en enero-febrero, incluso cuando la actividad se expandió.
China informará el sábado los índices de precios al consumidor y al productor de abril.
El gobierno no ha llegado a implementar un estímulo radical, pero ha anunciado más apoyo a las fábricas, incluido un programa para que la industria «actualice» los equipos y que los consumidores compren electrodomésticos nuevos.
El valor del comercio de China también se expandió durante el primer trimestre, con las exportaciones aumentando un 1,5 por ciento interanual en el período enero-marzo y las importaciones aumentando un 3,2 por ciento.
Beijing ha recibido acusaciones de Estados Unidos y Europa de aplicar prácticas comerciales desleales que están creando una oferta muy superior a la demanda interna, lo que lleva a los exportadores chinos a vender productos subsidiados y artificialmente baratos en los mercados internacionales.
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En respuesta, los funcionarios chinos se han vuelto cada vez más francos contra las críticas occidentales a la política industrial del país.
El mes pasado, Xi le dijo al canciller alemán Olaf Scholz, que estaba de visita en Beijing, que las exportaciones del país estaban ayudando a aliviar la inflación global y apoyando la transición a la energía limpia.
El lunes, también dijo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente francés, Emmanuel Macron, que China no tenía un problema de exceso de capacidad.
Información adicional de Wenjie Ding en Beijing y William Sandlund en Hong Kong