El Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Rapid Support Forces (FAR), en conflicto desde el 15 de abril, firmaron este jueves (11.05.2023) un acuerdo de principio en la ciudad saudí de Jeddah en el que se comprometen a cumplir «breves» en hostilidades, además de proteger la seguridad de los civiles y el flujo de ayuda humanitaria.
Según informa la cadena saudí Al Arabiya, en la «Declaración de Jeddah» las partes beligerantes también acuerdan abstenerse de cualquier ataque que pueda causar daño a los civiles y permitirles un paso seguro para abandonar las zonas de combate.
«Permitir el paso sin obstáculos de la ayuda», «abstenerse de interferir en las principales operaciones humanitarias» y «priorizar el logro de un alto el fuego a corto plazo» también se encuentran entre los compromisos de la Declaración.
La «Declaración de Jeddah», anunciada tras negociaciones indirectas entre representantes del ejército regular y los paramilitares, no incluye, sin embargo, el anuncio de una nueva tregua tras el fin hoy de la pausa de siete días auspiciada por Sudán del Sur y que, como las anteriores, no ha sido respetada por ninguna de las partes.
El documento tampoco hace referencia a un compromiso de ninguna de las partes beligerantes de renegociar un alto el fuego permanente que permita el flujo de ayuda o el fin del conflicto que ha provocado la situación humanitaria más trágica de la historia de Sudán.
Se destaca, no obstante, «el compromiso de respetar las pausas humanitarias, según las necesidades», «abstenerse de reclutar niños o utilizarlos en acciones militares», «respetar el derecho de los civiles a transitar y circular por caminos y puentes de entrada y salida». de Jartum» o «abandonar las zonas de combate».
Desde Washington, en una llamada con periodistas, altos funcionarios del Departamento de Estado explicaron que ven el acuerdo como un paso previo a la firma de un alto el fuego temporal, con la mediación de Washington y Riad.
negociaciones complicadas
Los funcionarios se mostraron muy cautelosos con el desarrollo de las conversaciones, a las que se refirieron como una «prenegociación», y aclararon que el compromiso de hoy no implica un cese de hostilidades.
Washington espera que con este principio de acuerdo el Ejército sudanés y el grupo paramilitar comiencen a negociar un alto el fuego de hasta 10 días que estaría controlado por un mecanismo de supervisión apoyado por la ONU.
Los funcionarios estadounidenses explicaron que las negociaciones están siendo muy complicadas, ya que existe una gran enemistad y sospecha entre las dos partes, y advirtieron que probablemente habrá violaciones a estos acuerdos.
También dijeron que ambos grupos descartan por el momento poner fin definitivo a las hostilidades.
El Ejército sudanés ha manifestado en varias ocasiones que no aceptará a los paramilitares en el futuro, y que el diálogo, que se ha llevado a cabo de forma indirecta y con gran secretismo, “tiene como único objetivo sacar a las fuerzas rebeldes de la capital”. .
Las conversaciones de Jeddah, mediadas por Arabia Saudí y Estados Unidos, con la ayuda de la ONU, tenían como principal objetivo alcanzar un alto el fuego permanente que permitiera el flujo de ayuda humanitaria para hacer frente a la trágica situación provocada en Sudán por los combates.
Según la ONU, los enfrentamientos han provocado la muerte de más de 600 civiles y más de 5.000 heridos, además del desplazamiento interno de 700.000 sudaneses y la huida de más de 120.000 del país.
mg (efe, Reuters)