Fueron necesarios seis años y tres finales, pero los blaugrana finalmente lo consiguieron. Revalidaron su corona europea al vencer al que era considerado el mejor equipo de la historia, ganándose así su lugar en el Olimpo. El Barça por fin cerró el círculo ante el Lyon, su eterno rival, y está preparado para iniciar una nueva era. Despidió al equipo que ha reinado en Europa durante la última década con un salón de honor, aunque el gigante francés estaba demasiado herido para ceder el trono con elegancia. Se arrancaron las medallas nada más colgárselas al cuello y no devolvieron el salón a los blaugrana. Una muestra más de la distancia estrellada que separa los proyectos de Lyon -a base de talonario- y Barcelona -en torno a la cantera-. “Ellos se han abierto camino y nosotros lo demostramos”, dijo Aitana en la sala de prensa luciendo su MVP.
Han pasado seis años desde aquella dura lección que les dejó la final de Budapest ante los franceses. Uno que ninguno de los jugadores que lo sufrieron había olvidado. Prometieron volver a otra final y competir en ella. Luego encontraron un cuerpo técnico que los escuchó y una directiva que los apoyó. El club redobló su apuesta por el fútbol femenino al mismo tiempo que las jugadoras duplicaron sus entrenamientos. Con Xavi Puig en la directiva y Markel Zubizarreta en los despachos, fichando con éxito y construyendo un equipo no sólo de presente, sino también de futuro. Una tarea que ahora está en manos de Marc Vivés que el sábado vivió su primera final europea desde dentro con una sonrisa imborrable en los labios.
Alexia y Aitana, ambas de La Masia, recuperan un orgullo de pertenencia que hasta Messi aplaude
Todos ellos han hecho del Barça una gran familia. Uno que no olvide su pasado, que tenga presente a todos aquellos que han contribuido a llegar hasta aquí. Las gradas de San Mamés fueron testigos de ello, compartiendo asiento con algunas de las pioneras del club o excompañeras en activo como Ana-Maria Crnogorcevic, a quien Paredes corrió a abrazar nada más terminar el partido. Asisat Oshoala también siguió la final desde Estados Unidos, que cambió el Barça por el Bay FC en febrero. En el vestuario culé no faltó su camiseta a tener en cuenta porque esta Champions también es suya. El africano incluso bromeó en las redes sociales diciendo que Giráldez se llevaría la medalla a Estados Unidos este verano.
Asentado en la élite del fútbol europeo, con cinco finales en los últimos seis años y tres Ligas de Campeones en sus vitrinas, el club se prepara para seguir adelante con un nuevo comandante, Pere Romeu. Un alivio continuo, a falta de anuncio oficial, encarnado en uno de los ayudantes del técnico vigués, que se despedirá del club el próximo mes para poner rumbo a Washington. No han sido unos meses fáciles para el técnico, que se ha sentido cuestionado y el sábado recordó con vehemencia a quienes dudaron de su compromiso con el Barça una vez anunciada su marcha a Estados Unidos. Celebró con furia este último título como blaugrana acompañado de su mujer Olaia y su hijo Cíes, que no faltó a la final de Eindhoven a los pocos días de nacer y repetir en San Mamés.
El club redobló su apuesta por el fútbol femenino y las jugadoras duplicaron su formación
También se despidió Sandra Paños, una de las pocas veteranas que quedan en la plantilla, de las que han vivido los años del fútbol en el barro. Alexia tuvo el lindo detalle de darle el vaso para que lo levantara tras ella. También lo compartió con Mariona y Lucy Bronze en un gesto que sonó a despedida. Ella junto al resto de sus compañeros desfilaron por los pasillos de San Mamés eufóricas por el póker de títulos de esta inmejorable temporada. Como en Eindhoven, desmantelaron el estadio, Torrejón se llevó un gran escudo blaugrana de cartón al Barcelona, Patri se paseó con un globo con el número 3, por la tercera Champions, y Mapi ondeó sobre el césped su bandera talismán. Todo el mundo sabe que el legado de este equipo será eterno. Y no sólo en el deporte. Socialmente también han marcado una época. En Bilbao se produjo uno de los movimientos más multitudinarios del club con unos 50.000 aficionados culés, las televisiones batieron récords de audiencia, en San Mamés se agotaron las bufandas oficiales de la final al mediodía, hubo por primera vez una Fan Zone multitudinaria y recibieron el apoyo de personalidades como la ex estrella del baloncesto Pau Gasol o la premio Nobel Malala Yousafzai desde la grada de San Mamés, o de Leo Messi a través de las redes sociales. Que “el fútbol femenino no es interesante” queda muy lejos. Este Barça engancha. “El presente nos dice que somos el mejor equipo de Europa. Con el tiempo se irá poniendo en contexto el legado que dejó el Barça, pero hoy hay que disfrutarlo”, afirmó Giráldez en la sala de prensa de San Mamés con la medalla de campeón de Europa colgada al cuello.
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