Lionel Messi y Joan Laporta, máxima estrella y nuevo presidente del Barcelona, respectivamente, protagonizaron la imagen deportiva de la época dando un abrazo amoroso en el marco del acto de toma de posesión del que también fue máximo dirigente blaugrana de 2003 a 2010, generando así una grandes expectativas en la multitud que afronta la negociación por la renovación del astro argentino, cuyo contrato finaliza el 30 de junio.
También durante el discurso hubo un guiño de Laporta a Messi: «Haré todo lo que pueda para convencer a Leo de que se quede. Perdón por hacer esta referencia aquí dijo, dirigiéndose al mejor jugador del mundo, que lo escuchó todo en la grada. Hagas lo que hagas, se hará bien. «.
Por supuesto, convencerlo de que continúe después de junio es el gran objetivo del presidente. En la campaña ya había dejado claro que intentaría aprovechar la buena relación entre los dos para persuadirlo. “Nadie puede dudar de que Messi ama al Barça. Nos respetamos y amamos, esa es mi relación con él. Este verano (NdeR: se refiere al verano europeo) quería irse, estaba muy decepcionado con la forma en que lo habían tratado. No me meto en eso. Pero, insisto, Me veo capaz, por el cariño que nos tenemos, de tener una conversación con él que le ayude a decidir y hacer lo mejor por el Barça y por él.«, Había dicho.
El abrazo que ambos protagonizaron en la ceremonia de este miércoles que inició formalmente el mandato de Laporta aumenta la ilusión de la afición azulgrana, aunque Messi tiene la última palabra. ¿Seguirá siendo el club azulgrana su segunda casa?