Cuando Rusia lanzó su ataque a gran escala contra Ucrania en febrero de 2022, Anna [nombre cambiado] Estaba embarazada de seis meses. Quería llegar lo más lejos posible y eligió Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses, apenas dos meses después del inicio de la invasión, pusieron en marcha el programa humanitario «Unidos por Ucrania», a través del cual los refugiados de Ucrania pueden ingresar a Estados Unidos y permanecer dos años si encuentran un patrocinador que les ofrezca alojamiento. y ayuda financiera. En los primeros 12 meses, unos 130.000 ucranianos llegaron a Estados Unidos a través del programa.
Anna, como miles de otros ucranianos, publicó una solicitud en Internet y unos días después recibió un mensaje de una familia en Tennessee.
Se utiliza para «recaudar fondos»
Cuando llegó a su hogar de acogida, se encontró en una situación inesperadamente difícil. Sus patrocinadores se negaron a guiarla con las solicitudes de asistencia social y, cuando finalmente recibió sus pagos, le dijeron cómo gastarlos. En lugar de llevarla al ginecólogo, insistieron en dar a luz en su casa.
Casi a diario tenía que contar su historia en una iglesia diferente. «Me sentí incómoda despertando lástima y apareciendo como una mártir», dice Anna, que apenas habla inglés. Aparentemente, estaba tratando de recaudar dinero para renovar una propiedad abandonada en la que los patrocinadores dijeron que querían albergar hasta veinte refugiados ucranianos más.
refugio para mujeres
Según publicaciones en su página de Facebook, la familia ya había llevado a cabo una campaña de financiación colectiva siete años antes para «preservar el patrimonio histórico». Ahora, comenzó otro bajo el lema: «Ayuda a los refugiados ucranianos a encontrar un hogar en Tennessee».
La propia Anna también ayudó con la renovación: «Simplemente me dieron herramientas y dijeron que hoy pintaríamos las paredes o limpiaríamos las ventanas», dice Anna. Ella no se atrevió a negarse a trabajar. Por un lado, por gratitud, por otro lado, por su completa dependencia de ellos, sus patrocinadores.
Sin embargo, la relación siguió deteriorándose, y cuando la querían vivir allí sin baño ni agua caliente, hizo las maletas y huyó a California. Con la ayuda de voluntarios y la organización «Nova Ucrania», encontró alojamiento en un hogar para mujeres con niños. no se ha puesto en contacto con la familia porque Anna teme represalias.
Anna (no es su nombre real), conversa con la reportera de Tatjana Schweizer.
Gran disposición para ayudar en los Estados Unidos.
Experiencias como la de Anna son sin duda la excepción, pero no es la única entre una población especialmente vulnerable también en otros países. Xenia, que también encontró a su padrino a través de su Facebook, un ucraniano de la misma edad que ella, se encontró en la calle con su hija Miriam, de dos años, un mes después. Xenia discutió con su anfitriona después de su violenta reacción hacia Miriam.
Al igual que en países como Alemania, en Estados Unidos hay mucha voluntad de ayudar, dice la coordinadora de «Nova Ucrania», Katya Moiseeva. Muchos estadounidenses se ofrecen como mecenas con buenas intenciones. Lamentablemente, a veces resulta que algunos han subestimado la responsabilidad que conlleva y no son capaces de asumirla. Más de 1.200 personas, en su mayoría mujeres con niños, pidieron ayuda a «Nova Ucrania» el año pasado para encontrar alojamiento. Una de cada diez mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia, dice Moiseeva.
Fraude, abuso, prostitución
También hay casos de abuso y fraude. Por ejemplo, algunos ucranianos llegaron a pagar hasta tres mil dólares por persona, pero tras el traspaso los supuestos “patrocinadores” desaparecieron. A otros se les pidió que se comprometieran a trabajar en casa o cuidar a los ancianos.
La redacción de publicó en varios foros del programa «Unidos por Ucrania» un anuncio falso de una joven ucraniana que buscaba un patrocinador. Pronto llegaron multitud de ofertas como escort que ofrecían alojamiento y búsqueda de patrocinadores. Luego resultó que solo era prostitución.
Un dilema para las autoridades estadounidenses
Martin Muscheid, organizador de uno de los grupos para encontrar patrocinadores, le dice a que regularmente elimina los anuncios de ciudadanos de terceros países, a menudo nigerianos. Prometen encontrar un patrocinador en los Estados Unidos si las mujeres ucranianas los toman como pareja (porque también son elegibles para el programa).
Las autoridades de inmigración de EE. UU. dicen que todos los patrocinadores son evaluados antes de que se aprueben los documentos. No está claro cuántos refugiados ucranianos en los Estados Unidos han sido objeto de delitos. Los Servicios de Inmigración no respondieron a las solicitudes de información de al respecto.
Las autoridades, según los activistas de Nova Ucrania, se encuentran ante un dilema: por un lado, el Estado no quiere endurecer las condiciones del programa para que siga funcionando; por otro, casos como los de Anna o Xenia, demuestran que se necesitan más controles.
(lgc/mn)
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