En 2023 se firmaron 38.683 contratos de alquiler en la ciudad de Barcelona, la cifra más baja de los últimos 10 años, y un 19% inferior a la del año pasado, y se consolidó la existencia de un mercado paralelo de los pisos más baratos. , que se alquilan a conocidos y ya no salen a internet, según datos publicados por la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona, a partir de los depósitos de contrato depositados en el Incasòl.
Òscar Gorgues, gerente de la asociación de propietarios de Barcelona, asegura que “sin contactos ahora es casi imposible encontrar un alquiler asequible en la ciudad”. Así, según datos de la Cámara, en el cuarto trimestre del año el precio medio de alquiler en los contratos reportados al Incasòl fue de 1.178,05 euros mensuales, una cifra un 9,33% superior a la de un año antes. , pero muy inferior a la oferta de los portales, en los que el precio medio supera los 1.300 euros al mes, y donde sólo el 12% de los inmuebles ofertados tienen alquileres inferiores a los 1.200 euros al mes: el 88% restante no llega a los portales.
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“Los propietarios se sienten inseguros ante tantos cambios legales, y temen encontrarse con un inquilino moroso y tener problemas para desalojarlo. Por eso, cuando finaliza un contrato prefieren firmar otro con el mismo inquilino, actualizando la renta con el IPC, o prorrogar el contrato por un año. Cuando el inquilino quiere irse, muchas veces ya presenta a conocidos suyos que están interesados en quedarse con el piso, y ese alquiler tampoco sale al mercado”, afirma Gorgues. La obligación que impone la Ley de Vivienda al propietario de pagar los honorarios de la agencia ha dado al propietario otro incentivo adicional para evitar poner su apartamento en el mercado.
Por ello, los datos de Incasòl muestran que el año pasado se firmaron incluso menos contratos que en 2020, año en el que el confinamiento por la covid provocó que cientos de pisos para estudiantes y trabajadores desplazados quedaran vacíos. En el último trimestre del año la caída fue aún más relevante y sólo se firmaron 8.531 contratos, un 30,58% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Con todo, el número de contratos firmados duplica la oferta de pisos disponible en internet, que en los principales portales apenas alcanza los 4.000 inmuebles. Según el director de la Cámara, además, en Internet también se encuentran mayoritariamente pisos con alquileres superiores a los 2.500 euros al mes, que normalmente no son alquilados por clientes nacionales.
“Sin contactos ahora es casi imposible encontrar un alquiler asequible en la ciudad”, advierte Gorgues
En el mismo sentido, Guifré Homedes, director general de Amat Immobiliaris, explicó que el año pasado el 15% de los alquileres gestionados por su empresa ni siquiera fueron publicados en internet. “Tenemos muchas solicitudes en lista de espera y cuando conseguimos un piso les llamamos. Otras veces cuando nos contactan por el piso, cuando les decimos que ya lo tenemos alquilado, les ofrecemos el que acabamos de recibir si es similar. Y como son tan pocos, suelen alquilarlo.
Los apartamentos también duran horas en los portales. “Los que tienen precios asequibles, menos de 1.200 euros, los despublicamos inmediatamente, porque las llamadas desbordan nuestra centralita”, afirma Homedes. Gestionando las visitas con los contactos que hemos recibido durante esas horas, el apartamento se alquila de forma inmediata”.
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La Cambra destaca que en 2023 el precio medio del metro cuadrado en la ciudad fue de 16,10 euros, un 10,76% más que en 2022. Según la asociación empresarial, el incremento se explica porque hay un aumento en la proporción de los contratos que se firman en los barrios más caros de la ciudad y porque ha mejorado la calidad del parque de alquiler en el que han invertido los propietarios. Dos fenómenos vinculados al fuerte peso del alquiler a extranjeros, que pueden pagar más pero también buscan viviendas de mayor nivel que los clientes locales.
En su opinión, los precios también han subido por el mismo impacto de la inflación y “por el fuerte desequilibrio entre una demanda y una oferta crecientes que no pueden responder al mismo ritmo”. Un problema que probablemente se agrave con la entrada en vigor del control de alquileres el sábado, según las API catalanas, ya que previsiblemente muchos grandes propietarios optarán por abandonar los alquileres tradicionales antes que aceptar descuentos en los alquileres de una media del 20%, pero que en en algunos casos puede llegar al 42%. Una visión en la que también coincide el portal Idealista.
Nou Barris, el distrito más barato para alquilar
El estudio de Cambra indica que los distritos de Barcelona más económicos para alquilar en 2023 fueron Nou Barris, (796,81 euros, con un incremento del 9,1%), Sant Andreu (910,38 euros, con un incremento del 9,1%), un ,8%) y Horta-Guinardó (917,58 euros y un incremento del 11,9%). Pese a ser los distritos más económicos, destaca la Cámara, “la contratación anual es baja, representando el 20,88% del total, con sólo 8.078 contratos”.
En el otro extremo, los distritos más caros fueron Sarrià-Sant Gervasi (1.556,80 euros), Las Corts (1.297,86 euros) y L’Eixample (1.276,47 euros). Estos tres distritos localizaron el 33,96% de los contratos firmados (13.138 operaciones).
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