Truss lanzó su campaña con una propuesta de recortes masivos de impuestos que está ganando cada vez más adeptos. Los miembros de este partido que lleva 12 años en el poder, cuyo número exacto es confidencial, pero que se estima en unos 200.000 (equivale al 0,3% de la población), tienen hasta el 2 de septiembre para votar por correo.
El cuerpo electoral está compuesto en su mayoría por hombres, blancos y de la tercera edad.
El resultado se espera para el 5 de septiembre.
Sunak, que se impuso en las votaciones internas de los parlamentarios por su elogiado manejo de la pandemia, es menos popular en las filas del partido donde Truss espera ganar terreno.
De cara a la votación, Truss recibió importantes respaldos del exministro de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, el fallido candidato a líder del partido, Tom Tugendhat, y el galardón más importante del ministro de Defensa, Ben Wallace, quien es muy respetado. dentro del partido.
Este lunes Truss también obtuvo el apoyo del actual ministro de Hacienda, Nadhim Zahawi. Ben Wallace destacó la «experiencia» del actual canciller, en un momento de guerra en Ucrania. Truss salió fortalecido el jueves en el primero de una serie de 12 partidos contra militantes de base. La próxima reunión está prevista para la noche del lunes en la localidad de Exeter, en el suroeste del Reino Unido.
Rishi Sunak es odiado por los seguidores de Johnson. Un afiliado lo acusó de haber «apuñalado al primer ministro por la espalda», ya que su renuncia ayudó a precipitar una serie de renuncias del gobierno que no dejó a Johnson más remedio que anunciar que renunciaba después de meses de escándalo por las filtraciones de partidos. celebrada en Downing Street durante el confinamiento.
Nadie habla del medio ambiente.
Desde el inicio de esta campaña interna, en la que apenas se ha mencionado el medio ambiente, los finalistas se han opuesto a los impuestos.
Por un lado, Truss promete una rebaja de impuestos «desde el primer día», anunciando que cancelará el aumento de las cotizaciones sociales impuesto este año para financiar el sistema nacional de salud que se resquebrajó por la pandemia.
En cambio, Sunak critica los «cuentos de hadas» de su rival y advierte que es mejor esperar a que baje la inflación -que llega a un máximo en 40 años- antes de bajar la presión fiscal.
Pero, desde el inicio de la campaña, este ex banquero dio un giro anunciando una rebaja en el impuesto energético para aliviar a los hogares. En un guiño a la base conservadora, también prometió endurecer las normas migratorias y entró de lleno en el debate sobre las guerras culturales que ha lanzado la derecha del partido.
jov (afp, el independiente)