Estamos prácticamente en plena Navidad, y con ella los relevantes fuegos artificiales que, entre otras fechas, darán la bienvenida al nuevo año.
Un evento tan especial como la llegada del nuevo año merece un buen Fuegos artificialespero esta celebración aparentemente inocente puede tener consecuencias catastróficas para las aves.
Ahora, un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Amsterdam, basándose en datos de radares meteorológicos y recuentos de aves, ha revelado el impacto de los fuegos artificiales en las aves incluso a una distancia de 10 km.
Esto, entre otras cosas, afectaría al vuelo de estas aves provocado por el ruido y encendido repentino de los fuegos artificiales, algo que está teniendo consecuencias en las poblaciones de aves.
De hecho, en comparación con una noche normal, En Nochevieja, 1.000 veces más pájaros surcan los cielos incluso con picos que alcanzan entre 10.000 y 100.000 veces la cifra habitual.
Los efectos más devastadores se observan dentro de los primeros 5 kilómetros de los fuegos artificiales, aunque señalan que la perturbación persiste hasta 10 kilómetros de distancia.
«En un país como los Países Bajos, con muchas aves invernantes, hablamos de millones de aves afectadas por el encendido de fuegos artificiales».
Para demostrar su descubrimiento, los investigadores analizaron datos de radar meteorológico del Instituto Meteorológico Real de los Países Bajos y también recuentos de aves proporcionado por el Centro de Ornitología de Campo.
Esto permitió a los investigadores identificar qué especies reaccionan más a los fuegos artificiales, el momento de su respuesta y las distancias a las que ocurren estas reacciones.
Observan que las aves más grandes, incluidos patos y gaviotas, exhiben patrones de vuelo prolongados a altitudes considerables.
“Existe el riesgo de que acaben en mal tiempo invernal o no sepan hacia dónde vuelan por el pánico, pudiendo producirse accidentes”, advierten.
Los investigadores piden su creación zonas libres de fuegos artificialesespecialmente en áreas donde prevalecen aves más grandes.
Por otro lado, proponen la restricción de estos fuegos artificiales en zonas centrales y la creación de zonas de amortiguamiento para proteger los hábitats de las aves.
“Los fuegos artificiales deben encenderse principalmente en lugares centrales de las zonas urbanizadas, lo más lejos posible de las aves. Sería mejor para las aves si avanzáramos hacia espectáculos de luces silenciosos, como espectáculos de drones o fuegos artificiales decorativos sin explosiones muy fuertes”, concluye.
Con información de Telam, Reuters y AP