RUDARE, Kosovo, 22 dic (Reuters) – Miles de serbios de Kosovo protestaron el jueves para respaldar las demandas de que el gobierno de mayoría albanesa del país retire a su policía del norte del país, donde se concentra la minoría serbia.
Desde el 10 de diciembre, los serbios locales han levantado nueve barricadas en la región norte e intercambiado disparos con la policía tras el arresto de un ex policía serbio por presuntamente agredir a policías en servicio durante una protesta anterior.
La manifestación de protesta del jueves se llevó a cabo en el pueblo de Rudare, a pocos kilómetros de la ciudad de Mitrovica, un punto de conflicto étnicamente dividido, con la carretera principal aún bloqueada por camiones cargados de grava y maquinaria pesada.
Los alcaldes de etnia serbia de los municipios del norte, junto con los jueces locales y unos 600 policías, dimitieron el mes pasado en protesta por la decisión del gobierno de Kosovo de sustituir las placas de matrícula emitidas por serbios por otras emitidas por Pristina.
El gobierno del primer ministro Albin Kurti planea reemplazar a los oficiales en el norte, pero enfrenta fuertes objeciones de los serbios que no reconocen a Kosovo como estado y buscan reincorporarse a Serbia, 14 años después de que Pristina declarara su independencia de Belgrado.
«El maltrato del pueblo serbio por parte de las fuerzas especiales de Kurti es la razón por la que nos reunimos hoy… para enviar un mensaje a Pristina y a sus tutores de que estamos aquí, que queremos paz pero también libertad, y que no nos rendiremos». ”, dijo el líder del partido Lista serbia, Goran Rakic, a la multitud de manifestantes.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo que apoya plenamente a los serbios de Kosovo, que suman alrededor de 50.000 en el norte de Kosovo, y lo que llamó sus solicitudes legítimas.
Los manifestantes sostenían una bandera serbia de 250 metros (825 pies) de largo, con soldados italianos de la misión de mantenimiento de la paz de la OTAN monitoreando la manifestación desde la distancia.
Serbia no reconoce la independencia de su antigua provincia disidente, donde los albaneses llevaron a cabo un levantamiento guerrillero contra Belgrado en 1998-1999, pero acordó, bajo la mediación de la Unión Europea, tener conversaciones sobre la normalización.
La UE ha presentado un plan, pero los diplomáticos occidentales dicen que las tensiones no resueltas en el norte podrían poner en peligro cualquier acuerdo.
Información de Fatos Bytyci en Pristina y Daria Sito Sucic en Sarajevo; editado por Mark Heinrich
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