El mensaje va dirigido formalmente a todos los partidos que se presentan a las próximas elecciones, pero en realidad el principal destinatario es el PP y su candidato. Alberto Núñez Feijoo. CC.OO. y UGT quieren que se pronuncie claro sobre lo que van a hacer, si llegan al gobierno, con la reforma laboral, la reforma de las pensiones y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Hay tres grandes acuerdos de esta legislatura, unos conseguidos con el apoyo de la patronal, otros no, que los sindicatos consideran las joyas de la corona de los últimos años, y por tanto, que les interesa mucho conservar.
La petición es a todas las fuerzas políticas, para no dar la impresión de que alguien está dando la victoria, sino que quieren presionar a los populares, que son el partido que, con opciones de ocupar el Gobierno, mantiene una posición más crítica sobre estos puntos, aunque sin precisar cuáles eran. Precisamente, obligar a aclarar las posiciones es lo que buscan los sindicatos.
«Sería un fraude en términos democráticos que los partidos se presentaran a las elecciones sin decir claramente qué harían con la reforma laboral, la reforma de las pensiones y el SMI», ha afirmado el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, incluso exigiendo un debate monográfico de los candidatos sobre economía, modelo laboral y cuestiones socioeconómicas.
Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha afirmado que «decir que se va a tocar es decir todo y no decir nada» y ha añadido que «la precisión de pronunciamiento que hacemos públicamente no se puede dejar con un ‘no’ lo voy a tocar o lo voy a tocar’, las partes tienen la obligación de hacer un análisis y si no hay pronunciamiento, la ciudadanía sabrá qué esperar”.
Es decir, que los sindicatos pidan a Feijóo que traduzca en detalles los mensajes para derogar el sanchismo y «tocar» la reforma laboral. Los dos secretarios generales han reivindicado este cargo público de Feijóo en una comparecencia conjunta en la que han hecho un balance muy positivo de la legislatura que ahora finaliza, que han calificado de singular y «la más difícil que se recuerda», por tener que capear una pandemia y una guerra en Ucrania. Pero, también se caracterizan por la cantidad de acuerdos que se han alcanzado entre los agentes sociales. Unas tripartitas, es decir, con empresarios incluidos, como la reforma laboral, la primera parte de las pensiones y la primera subida del SMI; y otros sin la CEOE.
A los sindicatos les gustaría que la CEOE exigiera también una posición clara a los partidos sobre estas reformas, pero dudan de que así sea. “Está de perfil”, aseguran fuentes sindicales respecto a la actitud del presidente de la patronal Antonio Garamendi.