El aumento del gasto público en tiempos electorales ha sido parte de la estrategia del chavismo-madurismo para apoyar la movilización de votantes a favor del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Las elecciones presidenciales del 28 de julio no son una excepción a esta estrategia. A pesar de la restricción fiscal que enfrenta el régimen de Nicolás Maduro, hay señales muy claras de que su administración ha comenzado a utilizar la palanca del gasto para tratar de aprovechar ese recurso.
Se trata de una tarea compleja si se considera que la tendencia observada en la mayoría de los estudios de opinión pública sugiere que el mejor escenario de votación para Maduro le otorga el apoyo del 35% de los electores, mientras que el candidato de la Plataforma Unitaria, Edmundo González, muestra una venta de hasta el 20 por ciento. puntos en intención de voto.
Pese al esfuerzo fiscal que está haciendo el régimen venezolano para tratar de reconectar con la ciudadanía y lograr el retorno de un voto utilitario a favor de Maduro, el efecto concreto de la transferencia directa de recursos -a través de bonos y planes sociales- está muy lejos de lo que se logró durante las campañas electorales que coincidieron con el auge económico del período 2004-2012.
Sin embargo, a pesar de su efecto limitado, se presume que a poco más de dos meses de las elecciones presidenciales, Maduro continuará ejecutando programas de compensación y anunciando promesas de mejoras en el debilitado sistema de protección social venezolano.
Según el informe de coyuntura de la firma CarpeDiem, “si bien los anuncios del 1 de mayo (día del trabajador en Venezuela) estuvieron muy por debajo de la aspiración de los movimientos sociales y obreros, el aumento del llamado “Bono Económico de Guerra”” ( en $30 mensuales) dirigido a trabajadores activos del sector público (alrededor de 1.500.000 beneficiarios) y jubilados de la administración pública (alrededor de 800.000 beneficiarios) representa un gasto cercano a $207 millones para los meses de mayo, junio y julio”.
Según el economista Leonardo Vera “en otro gesto que denota cierto esfuerzo por extender el gasto, Maduro anunció el miércoles 1 de mayo la entrega de 50 mil nuevos créditos de CrediMujer y 40 mil nuevos financiamientos a través de la Gran Misión Venezuela Joven (…) Una semana después, en el contexto de la clausura del Congreso Nacional de Experiencias Directas en la Gestión del Poder Popular, Maduro aprobó recursos para ejecutar 2.000 nuevos proyectos propuestos a través de los Consejos Comunales del país. Los recursos irían directamente a estos organismos del poder comunal (…) En marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, Maduro autorizó la entrega de un total de 33.000 créditos a empresarias por un monto total equivalente a $10 millones. Esto significa que cada emprendimiento estaría recibiendo un financiamiento promedio de $303.
Más bonificaciones
Cada mes, Nicolás Maduro entrega a los venezolanos una serie de transferencias en bolívares llamadas Bonos de la Patria. Desde enero de este año los montos se han ido ajustando al alza y han ido apareciendo nuevas transferencias.
Los montos hoy oscilan entre $3 y $9. En lo que va del mes de mayo ha entregado hasta 11 bonos diferentes, lo que implica un aumento del 44% del gasto público.
Nuevas inversiones petroleras
Por otro lado, a pesar de las restricciones y retorno de sanciones que dejó la sustitución de la Licencia General 44 por la Licencia General 44 de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), el interés de ciertos inversionistas en el sector petrolero se mantiene, como se detalla en el informe de situación de la firma CarpeDiem.
Pese a las restricciones por la reimposición de sanciones, la petrolera española Repsol anunció que espera incrementar la producción petrolera con la incorporación de dos yacimientos de crudo, tras firmar un acuerdo con Pdvsa. La empresa europea ha obtenido una licencia para liberarse de las nuevas medidas sancionadoras.
Por otra parte, la empresa LNG Energy Group anunció que firmó un acuerdo con PDVSA para desarrollar cinco campos petroleros “que actualmente producen aproximadamente 3.000 barriles de petróleo por día”, según el comunicado emitido por la firma.
En la misma dirección ha ido el anuncio de la empresa con sede en las Islas Vírgenes Británicas, GoldPillar, que ha obtenido una inversión accionaria de la canadiense New Stratus Energy para celebrar un acuerdo con PDVSA en la recuperación de pozos en el oriente de Venezuela.
Asimismo, Petroindependencia, empresa mixta entre Chevron y PDVSA, activó el primero de 17 pozos de nueva generación que planea instalar este año como parte del ‘Plan de Perforación 2024’. Sin embargo, aún es pronto para evaluar si estos proyectos pueden brindarle al régimen venezolano el efecto deseado de cara a las elecciones presidenciales del 28 de julio.
@Puzkas