“Me hace muy feliz interpretar letras que son de amor, de desamor, letras más tristes, pero le presto mucha atención Interpretar temas que hagan que las mujeres se sientan poderosas. Más que nunca veo que tienen mucha fuerza, creo que es precisamente por esta conciencia que estamos adoptando sobre nuestros derechos y nuestro valor que aportamos a la sociedad, que es muy importante. Como les dije, una canción para mí es muy valiosa, y una que me gusta mucho, que escribí junto con una querida amiga que se llama Marian Russi, se llama ‘Tómbola’. Se trata precisamente de empoderarte a ti mismo y del hecho de que nadie es dueño de tu vida excepto tú mismo”.
¿En qué momento decidiste que querías dedicarte al mundo de la música?
Siempre he dicho que no elegí la música, sino que la música me eligió a mí. Desde muy pequeña tarareaba, nací cantando, aunque parezca curioso, pero así es. Y nunca pensé en dedicarme a nada más. Desde pequeña, cuando me preguntaban: «¿Qué quieres hacer?», respondía: «Cantar, cantar, ser cantante». Cantaba en la ducha con champú desde que tenía cinco años. Siempre supe que quería hacer esto.
¿Algún artista mexicano con el que te gustaría colaborar?
Hay muchos Cantantes femeninas que han dado mucha voz. y mucho poder a la música. Creo que sería muy interesante hacer algo con Vivir Quintana. También he escuchado mucho a Julieta Venegas, entonces creo que una ranchera con ella podría ser muy interesante. Ella también piensa que lo que está haciendo es muy lindo. Camila Fernández, así que quizás una colaboración también sería genial. Al final, ¿por qué no?, también con Ángela, porque sería lindo, porque también somos familia. Yuridia me parece una gran cantante.
¿Cómo crees que se relaciona la música con la igualdad de género?
La música es el lenguaje universal; No distingue entre religión, sexo ni absolutamente nada. Por eso, es muy importante no hacer diferencias y no dividir. También es crucial porque La música es un elemento que permite la información. y, sobre todo, lo que siente el corazón se contagia de forma muy poderosa. Por ejemplo, la canción de Vivir Quintana fue muy poderosa para las mujeres y para empoderarnos. Hasta el día de hoy, mis hermanas y yo lo escuchamos y nos ponemos a llorar. Creo que eso es lo bonito de la música: que no distingue nada, que es muy libre y, al mismo tiempo, tiene el poder de empoderarnos y transmitir mensajes de manera impactante.