Un grupo de cooperativistas que quedaron sin trabajo por el paro de obras públicas protestaron este martes frente al country donde vive el Ministro de Economía. Luis Caputoen la localidad bonaerense de Benavídez.
«¿Sabes quién es tu vecino?» se lee en el panfleto distribuido por algunas de las decenas de manifestantes que llegaron hasta el portón del club de campo Newman, a metros de la Ruta 9.
Participaron manifestantes vestidos con ropa de construcción y cascos. Según medios locales, allí estaban representantes del MTE y del Movimiento Evita. Protestaron por la paralización de obras públicas en barrios populares. También exigen alimentos para cafeterías.
«Mientras en Argentina tenemos hambre, en gran parte por su decisión de dejar de enviar comida a los comedores sociales, y si bien nuestros barrios ya no tienen construcción porque decidió detenerlas, él vive en un barrio privado con todos los lujos. Se puede’ No conseguiremos más castas”, dice el panfleto, ilustrado con el rostro de Caputo.
Personal policial resguardó la puerta de ingreso al barrio cerrado.
Quienes protestaron denunciaron que ambas demandas son responsabilidad del ministro, asegurando que el presupuesto para ejecutar las obras y la distribución de alimentos «está ahí».
“Lo que falta es la voluntad del ministro Luis Caputo de liberar los fondos para que lleguen a nuestros barrios las obras y políticas que nos permitan vivir con dignidad, con más derechos, con comida para nuestros chicos”, dijo un vecino del barrio. Benavídez 2.
Los manifestantes denunciaron la crítica situación que viven los barrios populares y el peligro que, con la llegada del invierno, implica la falta de acceso regular a servicios básicos como electricidad y agua potable.
Además, indicaron que las calles se vuelven intransitables y es difícil ir a la escuela o resolver cualquier tipo de emergencia porque no ingresan ambulancias ni transporte público.
“Hay gente aquí que los votó, pero dijeron que no iban a gobernar para la casta y los ricos cada vez tienen más dinero, mientras que los pobres no tenemos ni para llenar la olla, apenas podemos comer una vez un día. “No vamos a pasar hambre en silencio”, dijo una mujer al sitio. Pilar Diario.
«Es fácil para el ministro decidir sobre nuestro futuro desde la comodidad de su mansión, pero le pedimos que salga y dé respuestas. Nuestros hijos tienen que comer, queremos trabajar y vivir en una casa donde no llueva ni incendiarse», concluyó.