El empresario brasileño Thiago Brennand, acusado de violación, abuso, agresión y otros delitos contra la mujer y cuyo caso se ha vuelto emblemático para las organizaciones que combaten la violencia contra la mujer, aterrizó este sábado (29.04.2023) en Brasil tras ser extraditado por Emiratos Árabes Unidos. .
Brennand, un empresario millonario de 43 años y heredero de un conglomerado de empresas de salud, desembarcó en el aeropuerto internacional de Sao Paulo esposado y escoltado por agentes de la Policía Federal que fueron a buscarlo a Emiratos Árabes Unidos, adonde había huido.
El empresario fue introducido a una patrulla en la pista del aeropuerto e inmediatamente trasladado a la sede de la Policía Federal en la mayor ciudad de Brasil, donde permanecerá preso, por lo que la prensa solo tuvo acceso a imágenes a gran distancia.
Ministro de Justicia celebra
“Notable agresor de mujeres ya está en Brasil, traído por la Policía Federal, después de haber huido del país. Triunfo de la justicia sobre la impunidad”, dijo el ministro de Justicia, Flávio Dino, en un mensaje que publicó en sus redes sociales.
El ministro dijo que espera que este exitoso caso de cooperación judicial internacional para que el empresario responda a sus cargos en el país “sirva como mensaje para otros agresores”.
Según la Corte de Justicia de Sao Paulo, el empresario fue imputado en ocho procesos penales diferentes por delitos contra la mujer y su encarcelamiento fue ordenado por los jueces responsables de cinco de estos casos.
Además de violaciones y agresiones, como obligar a una mujer a tatuarse su nombre, Brennand también está siendo investigado por actos violentos contra su propio hijo y por poseer una colección de armas ilegales.
Su historial cobró gran repercusión el año pasado, cuando los medios de comunicación difundieron imágenes de una cámara de seguridad de un gimnasio de Sao Paulo en las que aparece el empresario agrediendo violentamente a una modelo con la que mantuvo una discusión.
Estaba tratando de huir de los Emiratos a Rusia.
Tras su fuga, el empresario fue detenido el pasado mes de octubre en Abu Dabi, pero quedó en libertad tras pagar una fianza. Su extradición solo fue posible tras intensas negociaciones con Emiratos Árabes Unidos y después de que su nombre fuera incluido en la lista roja de personas buscadas por la Interpol.
El pasado 17 de abril, cuando era inminente su extradición, el empresario fue detenido nuevamente después de que la Policía emiratí descubriera que intentaba huir a Rusia.
Entre los agentes de la Policía Federal que viajaron para recogerlo en Abu Dabi se encontraba un practicante de artes marciales, movilizado por la posibilidad de que el empresario intentara resistirse a la extradición en el avión y por su historial violento.
jc (efe, Folha de S.Paulo)