Montjuïc ya tiene duende. Ya es gracioso. Ya no está tan lejos. Ya no parece tan complicado. Con el Barça ganando al Betis incluso parece que la cosa va cuesta abajo en lugar de cuesta arriba. Porque liderados por un João Félix ilusionante, que destacó en su presentación ante su afición, el equipo de Xavi completó una actuación divertida, ofensiva y vibrante. El portugués marcó un gol, participó sin tocar balón en otro y fue un demonio. Junto a él brilló Cancelo, que también marcó en su primera jornada al frente de la parroquia barcelonesa. No fueron los únicos, ya que el triunfo lo completaron Lewandowski, Raphinha y Ferran Torres, que rompieron la mala racha blaugrana en cuanto a goles de falta.
Los aplausos y palpitaciones del Barcelona se dispararon en el Olímpic. A la espera de lo que haga el Madrid ante la Real Sociedad, el Barcelona mira la clasificación desde arriba.
Porque la lucha y el trabajo se pueden adquirir pero el talento no. Tienes el talento. Y cuando a la lucha y al trabajo se le suma el talento, el resultado es un futbolista que quiere agradar, rebelarse, reivindicarse. Traducido a la noche de Montjuïc, João Félix. El mediapunta cedido el último día de mercado por el Atlético al Barça perdió los estribos en su primera titularidad como blaugrana. El portugués fue una de las grandes novedades en la alineación de un Xavi que cumplió su promesa. Había anticipado que habría cambios y los hubo. Félix estuvo acompañado de su compatriota João Cancelo, que se mostró como una moto en cuanto a potencia e intensidad, en un once en el que también figuraba Ferran Torres tras su notable inicio de temporada. De revulsivo a titular para un partido que anticipó, sobre todo, el fútbol.
Para ello se prestó el rival, el Betis, con una defensa de raíz blaugrana (Bellerín, Bartra, Riad y Miranda) y una formación con jugadores como Marc Roca o Isco.
La batalla por el balón fue, por tanto, una de las claves y desde el principio el balón sólo tuvo un dueño: el Barça. Mordiendo la presión con Gavi, con Oriol Romeu o con un hipermotivado João Félix, el Barcelona se cansó de recuperar balones y distribuirlos inteligentemente. Balde golpeó por la izquierda, tan explosivo en ataque como vacilante en defensa. Félix se movía libremente. Ferran Torres entró en el área. Buscaba el hueco de Lewandowski.
Clave
João Félix abrió el marcador y fue clave
sin tocar el balón en el segundo gol,
por Lewandowski
El público, presente en gran número y con buen ambiente en el Olímpic, se mostró avivado por la expectación y, sin embargo, quienes primero estuvieron a punto de celebrarlo fueron los aficionados del Betis. ¿Porque? Porque Luiz Henrique bajó un balón con el pecho y remató cruzado. Su disparo pasó muy cerca de la base del poste.
Se salvó el Barça y poco después llegaría el primer gol blaugrana. Cancelo presionó para que el Betis perdiera un balón, Oriol Romeu filtró un pase al corazón del área y João Félix remató primero. Su disparo fue repelido por un defensa pero en un segundo intento el portugués tocó sutilmente, sorteó al portero y marcó con un disparo cruzado. Lo celebró a lo grande y más aún un Cancelo desatado. Futbolistas hambrientos al incorporarse al equipo.
En plena riada blaugrana llegó el segundo. El pulcro Christensen subió y metió un balón que João Félix dejó pasar por debajo de las piernas para que Lewandowski se quedara solo ante el portero. El polaco no perdonó. Qué agradecido está el artillero de tener más compañeros en la vanguardia. Bien abastecido es otro y la alegría se refleja en su rostro.
Todo iba a favor del trabajo, pese a los errores de Balde atrás. Por suerte para el Barcelona, un inmenso Ter Stegen evitó que el Betis recortara distancias con una mano providencial. Willian José sigue maldiciendo al portero alemán.
Protagonistas
Torres rompió la mala racha del Barça con faltas, Raphinha marcó el cuarto y Cancelo marcó un golazo en el quinto
Eso sí, el Barça pudo irse al descanso con un tercer gol tras una tuya-mía entre Ferran Torres y João Félix, que acabó con un disparo de penalti del portugués que desbarató Rui Silva. El portero bético se lesionó y tuvo que salir Vieites.
Pellegrini, en su 70 cumpleaños, intentó activar la reacción del Betis con otro exblaugrana como Abde que debutaba de verdiblanco. Pero lo que llegó fue un gol de falta del Barça. Sí, un gol de tiro libre. Ferran Torres lo clavó desde detrás de la media luna del área. Montjuïc vibró con su Barça.
Y más que cuando Raphinha materializó en acción el cuarto sencillo, junto a Lamine Yamal y Gündogan. Una buena inyección de confianza también para el brasileño, que la necesitaba. Aquel ya fue un partido de pasión, de dinamita, de juego, de vibraciones positivas. Para cerrar la velada, una bicicleta, un recorte y un golazo de Cancelo.
Sube, sube a Montjuïc. Tampoco está tan lejos. Tampoco es tan difícil. Y menos si el Barça sigue así.