La justicia otorgó a las autoridades de ese país la tutela parcial del menor, permitiendo su intervención. Los padres se oponen a recibir sangre de un donante inoculado contra la covid-19.
las autoridades de Nueva Zelanda asumió este miércoles la custodia temporal de un bebé cuyos padres se opusieron a que lo operaran a vida o muerte porque podría recibir sangre de donantes vacunados contra el coronavirus.
El Tribunal Superior de Auckland ordenó que el niño de seis meses fuera puesto bajo tutela parcial, permitiéndole ser intervenido quirúrgicamente de urgencia para corregir una afección cardíaca conocida como estenosis de la válvula pulmonar.
El procedimiento médico se había retrasado porque los padres se negaron a recibir una transfusión de sangre de un donante que había recibido una vacuna de ARN mensajero, la tecnología aplicada en los inmunizadores anti-covid de Pfizer o Moderna.
«La pregunta primordial es si el tratamiento propuesto es lo mejor para el bebé», dijo el tribunal en un comunicado.
De esta forma, el menor ahora está bajo «custodia judicial (médica)» hasta «el final de la cirugía» y su recuperaciónque se estima para finales de enero a más tardar.
Los padres seguirán siendo tutores «para todos los demás efectos» y serán «informados en tiempos bastante razonables de la evolución del estado y tratamiento del bebé W», añade la sentencia.
Las autoridades sanitarias del país habían rechazado la solicitud de los padres de usar sangre no vacunada, argumentando que no era práctico ni necesario. También, Nueva Zelanda no distingue el estado de vacunación de los donantes ya que no hay riesgo adicional por usar su sangre.
NZ Blood especifica en su web que durante la recogida no pide a las personas que indiquen si están vacunadas contra la covid-19 y que no hay evidencia de que la sangre de las personas vacunadas suponga un riesgo añadido.
Además, los pacientes no pueden elegir sus propios donantes en Nueva Zelanda, donde más del 90 por ciento de la población mayor de 12 años ha recibido el ciclo completo de la vacuna.
La urgencia de la operación.
El abogado del Ministerio Público de Salud, Paul White, remarcó que los cardiólogos del bebé han advertido que la paciente está sufriendo daños por el retraso en la operación por la acumulación de sangre en la válvula dañada.
“Está bajo un estrés increíble”, dijo, insistiendo en que el bebé, que estaba en la sala del tribunal en brazos de su madre, permanezca hospitalizado.
El letrado remarcó que la prioridad es tener en cuenta lo mejor para el niño y recordó que sus padres habían accedido previamente a que el niño recibiera una transfusión de sangre.
Con información de AFP.
ES