No todo lo que impulsa nuestra industria depende de los fondos Next Generation. Medidas relativamente simples sólo necesitan voluntad política. Es el caso de la discriminación en los peajes eléctricos de alta tensión (AT) que afecta a la competitividad de más de 4.500 empresas industriales en España, la mayoría en Cataluña. Existe una situación de agravio comparativo entre empresas por sobrecostes, dependiendo de la tarifa a la que pueden registrarse, que no se deben a criterios técnicos ni a mejoras en la red eléctrica, sino a la simple configuración de voltajes en las líneas de distribución. electricidad implantadas en cada territorio. Así, las empresas de AT de Cataluña, Aragón, Extremadura y Murcia se conectan a una red de distribución de hasta 25 kV, las del País Vasco, a 33 kV, las de Madrid y las de Valencia lo hacen a 36 kV, pese a ser técnicamente equivalentes. en todos los aspectos.
En los últimos diez años, el coste de los peajes de acceso a la red eléctrica se ha visto modificado más por decisiones políticas que por criterios técnicos. Como ejemplo, el cambio de tarifa de 2014, cuando se creó por real decreto una nueva tarifa para tensiones entre 30 kV y 36 kV y redujo el coste de los peajes de éstas respecto a los de las redes de hasta 25 kV. En 2017, el acuerdo entre el PP y el PNV para aprobar los presupuestos del Estado supuso otro cambio tarifario, que de nuevo benefició significativamente a las tensiones entre 30 kV y 36 kV. Este cambio tuvo un impacto significativo al reducir costes para las industrias conectadas a 30 kV, la mayoría en el País Vasco, y provocó sobrecostes anuales de más de 200 millones de euros para las industrias catalanas conectadas a 25 kV.
No apostemos todo a la Próxima Generación, complementémosla con medidas al alcance
Dada la importancia de los costes energéticos para la competitividad de las industrias, mantener tarifas desiguales no sólo crea un agravio comparativo, sino que también distorsiona la competencia tanto en el mercado español como en el europeo.
Hoy, la patronal que presido sigue trabajando para erradicar el agravio comparativo en los peajes eléctricos y hemos pedido a la CNMC que impulse los mecanismos a su alcance para que las empresas en redes de hasta 25 kV tengan la misma tarifa que las empresas en Redes de 30-36 kV, garantizando así que los afectados puedan competir en igualdad de oportunidades. A su vez, nos hemos dirigido una vez más al Gobierno y a los partidos en el Congreso para solicitarles que implementen acciones legislativas para resolver el agravio que sufren nuestras industrias.
No me cansaré de repetir que necesitamos que el sector industrial gane peso en el modelo económico porque arraiga la actividad en los territorios, promueve la innovación y el empleo de calidad, mejores salarios y genera servicios auxiliares en torno a él. No apostemos todo a la Próxima Generación, complementémosla con medidas que estén al alcance de nuestras administraciones y apoyemos las industrias que tenemos y que, para sorpresa de muchos, son en su mayoría pymes.
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