Ciudad de México — Las empresas productivas del Estado mexicano, Pemex y CFE, son parte de los riesgos que rodean la calificación soberana de México (‘BBB’, perspectiva estable), según la agencia S&P Global Ratings.
Para la calificadora, los escenarios negativos son retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en las relaciones entre socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que debilitan la inversión o la confianza de los inversionistas.
S&P también señaló como parte del escenario negativo posibles mayores déficits del gobierno mexicano que se traduzcan en un mayor aumento de deuda que aumente los riesgos fiscales, lo que agravaría el riesgo de apoyo extraordinario a las empresas estatales. Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Nuestro análisis de la política fiscal en México abarca al sector público dado el papel de Pemex y la CFE. «El gobierno actual ha detenido en gran medida la reforma del sector energético de 2013», señaló la agencia.
La política energética del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consiste en el rescate de empresas estatales tras la reforma del expresidente priista Enrique Peña Nieto en 2013, que abrió el sector a la inversión privada. Las subastas de petróleo y electricidad fueron suspendidas con la llegada del nuevo Gobierno en 2018.
Desde entonces, López Obrador y su gabinete han hecho esfuerzos presupuestales y fiscales para beneficiar principalmente a Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo financiero de 106,500 millones de dólares y vencimientos de 10,900 millones de dólares en 2024.
“Este año, efectivamente, el Gobierno está adquiriendo deuda formalmente a nombre de Pemex, dada una partida en el presupuesto para cubrir el 90% de las amortizaciones de la empresa”, dijo la empresa.
El Gobierno de México inyectará US$8,500 millones (MXN$145 mil millones) a Pemex, además de recortar su carga tributaria durante este año, según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.
El apoyo del Gobierno a la CFE se ha concentrado en el ámbito legal con cambios legislativos y con la intención de modificar la Constitución para favorecer a la empresa eléctrica frente a las empresas privadas.
S&P mantiene calificación de Pemex al nivel del soberano en grado de inversióna diferencia de las agencias calificadoras Moody’s y Fitch Ratings, que han rebajado la calificación de la petrolera mexicana a un nivel altamente especulativo, conocido en el sector financiero como bono basura desde 2020.
Antes de la pandemia de Covid-19, las agencias calificadoras abogaban por un vínculo con el soberano, pero las decisiones de calificación han variado y se han separado dependiendo más del desempeño de las empresas estatales sin afectar al soberano directamente.
El 9 de febrero de 2024, Moody’s rebajó la calificación de Pemex en dos escalones debido a su flujo de caja negativo, un impulso a su deficitario negocio de refinación de petróleo y su falta de una estrategia ESG.
¿Qué podría mejorar la calificación de México?
S&P dijo que una gestión política y económica “efectiva” que impulse la débil trayectoria de crecimiento de México, por ejemplo, con una perspectiva de inversión más dinámica podría traducirse en una mejora de la calificación.
También mencionó iniciativas que promueven la “flexibilidad presupuestaria” que apoyan las reservas fiscales y amplían la base impositiva no petrolera para mitigar los potenciales pasivos contingentes de las empresas estatales.