La descarga de contenidos ilegales es el modus operandi de demasiados usuarios incluso hoy en día. Acceder a libros, películas o música eludiendo los derechos de propiedad intelectual a veces se considera un acto de picardía: obtener un producto gratis mientras otros pagan por él. Esa idea equivocada de ser el más inteligente de la clase.
Los deportes no son una excepción a la norma de la piratería. El fútbol tampoco. Las retransmisiones deportivas ilegales aumentaron un 30% de 2021 a 2022 en Europa, donde Francia y España representan más de un tercio del total de este tipo de consumo ilícito (34%), según un informe publicado en septiembre de 2023 por la Oficina de Propiedad Intelectual. Consejo de la Unión Europea (Euipo).
Los elementos clave para combatir esta práctica son varios. “El primero es la educación. En nuestro país tengo la sensación de que, por falta de pedagogía, las personas que consumen de forma pirateada son menos conscientes de que lo que hacen no es correcto. Esto no ocurre en Inglaterra, por ejemplo”, explica a la vanguardia el director deportivo de Movistar+, Enric Rojas. El ejecutivo analiza la situación y ejemplifica que “en la época de los videoclubs, cuando entrabas a una tienda, robabas un DVD y te ibas, la policía te perseguía. En el mundo digital ocurre lo mismo”.
El segundo motivo es la “inmediatez de la ejecución” en las transmisiones en vivo. La jurisprudencia española permite hoy bloquear dominios piratas semanalmente por parte de Movistar+ y LaLiga, propietario y gestor del fútbol profesional español. Un tiempo de reacción más corto que el de Italia, cuyo Parlamento aprobó el pasado mes de julio una ley que permite eliminar contenidos ilegítimos en menos de 30 minutos desde el momento en que se notifica una transmisión ilegal.
“Que los jóvenes no sigan el fútbol con tanto interés es un problema para las empresas”, afirma un experto
“Esa media hora es absolutamente básica”, afirma Rojas sobre la norma transalpina. “La acción y ayuda del Gobierno es fundamental para regular de forma que nos permita detener una transmisión de forma inmediata”, añade. En total, más de 1.300.000 vídeos de YouTube y redes sociales, 75.000 webs de Google y 800 aplicaciones móviles, que servían para ver eventos de forma irregular, fueron eliminados por la filial tecnológica de LaLiga, Sportian, sólo en la temporada 2021. 2022, según la patronal del fútbol.
Rojas señala que otro de los obstáculos a abordar son las emisiones ilegales en los bares. Estas ubicaciones son una alternativa para los usuarios que no pueden contratar una tarifa por su cuenta. “Algunos establecimientos retransmiten partidos con contrato individual de residencia. Eso también es piratería. En una casa lo miran dos o tres personas y en un bar, 40, 50 o quien sea».
Las últimas cifras registradas por la empresa alemana Gfk, dedicada al análisis global del mercado de bienes de consumo, registran que el volumen de accesos digitales ilegales debido al fútbol en nuestro país ha disminuido en los últimos años. En concreto, el 30,3% de 2016 a 2022. Cabe señalar que un consumidor puede haberse conectado más de una vez a una de las webs que ofrecen un match de forma no autorizada. De ahí que el número de visualizaciones ilegales pueda superar el total de la población española (más de 48 millones de habitantes durante el tercer trimestre de 2023, según el Instituto Nacional de Estadística).
Esta tendencia a la baja también se manifiesta en el lucro cesante de la industria del fútbol, es decir, en los beneficios o ingresos que se dejan de obtener como consecuencia de un daño. Los datos publicados también por Gfk confirman que las últimas pérdidas registradas en el Estado debido a la retransmisión online no consentida de este deporte rey ascendieron a 170 millones de euros en 2022. Daños menores en comparación con 2020 o 2021.
Según las emisoras, la existencia de la piratería impide precios más competitivos
“Cuando aumentan los precios de los paquetes, aumentan los niveles de piratería. La gente tiene un techo de pago”, afirma a este periódico Joan Corbella, profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y experto en el análisis de políticas de comunicación. “Tenemos el reto de encontrar el equilibrio entre lo que la gente está dispuesta a gastar y lo que le cuesta a la empresa obtener los derechos”, reflexiona.
Sin embargo, Enric Rojas afirma que las ofertas no son “una cuestión científica” y cree que “si hubiera menos trucos , eso nos permitiría crecer más y mejor, probablemente podríamos ofrecer propuestas comerciales más económicas”. “Quizás sea más caro de lo que nos gustaría, porque tenemos que intentar rentabilizar al máximo el contenido”, afirma.
Telefónica Audiovisual Digital (TAD), matriz de Movistar+, compró el pasado mes de agosto todas las licencias del fútbol europeo hasta la temporada 2026-2027 por 960 millones de euros. En el panorama internacional, la Premier League vendió en diciembre sus derechos televisivos por 7.800 millones para el periodo 2025-2026 y 2028-2029. La cadena británica Sky Sports retransmitirá 215 partidos, más que nunca en la historia de la televisión inglesa, frente a los 52 que retransmitirá TNT Sports.
Como consecuencia del gasto que supone ser titular de permisos para retransmitir fútbol, los operadores y OTT (servicios de retransmisión por Internet) están optando por crear «lotes de ofertas más pequeños para asegurar la máxima competitividad y que el público pueda elegir». diferentes propuestas según sus intereses”, afirma Corbella.
LaLiga exige más acciones al Gobierno para acabar con este delito en España
El docente por su parte afirma que “la audiencia sigue siendo numerosa en el sector deportivo”, pero que “las generaciones más jóvenes no son tan aficionadas al fútbol como las anteriores” es otro factor que “no ayuda a las empresas”. para amplificar su producto.
El director general de DAZN España, Bosco Aranguren, explica a la vanguardia que se requieren distintas variables para atraer a un público acostumbrado a no pagar por contenidos deportivos. “Ofrecer valor adicional con una excelente experiencia de usuario y flexibilidad en la elección de productos y precio del servicio” son algunos de los factores a tener en cuenta, afirma. “Es importante estar atento a las tendencias y necesidades de los clientes para adaptar continuamente la estrategia”, aclara Aranguren.
En el mundo audiovisual existen dudas sobre qué modelo de negocio seguir para hacer políticas que aglutinen a la mayoría de contenidos y consumidores posibles. “Restablecer la publicidad como motor de financiación podría ser una de las soluciones para hacer el deporte más accesible a la población e intentar reducir la incidencia de la piratería en España”, propone el profesor de la Pompeu Fabra Joan Corbella, en referencia a recuperar más emisiones en abierto -televisión por aire.
Los usuarios que ven fútbol de forma ilegal persisten, aunque han disminuido un 30,3% de 2016 a 2022
Sin embargo, Enric Rojas cree que la aplicación de esta propuesta «no cambiaría mucho» el panorama actual. El ejecutivo cree que los «pilares» para combatir la piratería son «la educación, la conciencia social y la acción gubernamental y judicial». Además, advierte de que «o solucionamos este problema o puede llegar el momento en que el consumidor deje de ver fútbol, porque no podremos rentabilizar una inversión». Mientras tanto, los principales actores involucrados en este problema buscan soluciones para reducir al máximo el fraude informático. Desde la industria deportiva, ligas, federaciones o propietarios de derechos audiovisuales hasta plataformas de pago, el Gobierno o instituciones del Estado.
Sin embargo, Rojas es consciente de que “es imposible reducir la piratería a cero”. “Estos criminales a menudo van por delante de nosotros. Siempre sale algo nuevo”, lamenta.