El inmigraciónese hierro candente que arde en las manos de toda Europa, se traduce también en votos cuando estos extranjeros obtienen la ciudadanía del país.
En España, el año pasado, casi 200.000 extranjeros residentes adquirieron la nacionalidad española, requisito para poder votar en las próximas elecciones del 23 de julio.
La cifra supone, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) español, un incremento del 26,1 por ciento respecto al año anterior. Y representa una tajada de votos que ningún candidato a ser el próximo presidente de España quiere perder.
“El INE ha informado de que, a finales de 2022, el número de extranjeros con nacionalidad española supera los 2,5 millones. De ese total, más de 1,6 millones han venido de América Latina”, escribe Miguel Henrique Otero, director del diario El Nacional de Venezuela, exiliado en España.
Desde Madrid, Otero sigue editando online El Nacionalcuya redacción fue intervenida por el régimen de Nicolás Maduro en mayo de 2021.
“Para el elector nacido en otro país, y que ha adquirido la nacionalidad española, votar en las próximas elecciones generales en España es especialmente complejo. Con esto quiero decir que es inevitable que en nuestro voto -yo también soy un español nacido en otro país- pese en alguna medida la memoria política del lugar del que venimos. No es posible borrar las vivencias que cada uno lleva consigo”, dice Otero en una columna publicada en el diario digital conservador. El debate.
votar por miedo
“El temor que ronda a muchos votantes de América Latina es que en España sucedan hechos similares o comparables a los que él vivió, y que lo obligaron a emigrar”, agrega el venezolano.
Delia, por ejemplo, nació en Bolivia, llegó a España hace veinte años y obtuvo la ciudadanía con la ayuda de la familia española para la que ha trabajado como empleada doméstica durante más de una década.
“Creo que voy a votar por Vox”, dice tímida. “Porque son los más graves”, es su justificación.
“Votar por las opciones que ofrece el centroderecha en España es una manera eficaz de decir: no me olvido del papel que han jugado la izquierda y el progresismo españoles en la debacle de América Latina”, dice Otero.
El debate cara a cara entre Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y candidato a la reelección del PSOE, y Alberto Núñez Feijóo, líder y candidato del Partido Popular (PP) de la noche del lunes pretendía ganarse a los 700.000 indecisos, pero no dedicó una sola frase al electorado latinoamericano ni a los más de millón y medio de jóvenes que debutarán en las urnas el próximo 23 de julio.
De los casi 37,5 millones de españoles que podrán votar, 35 millones residen en el país, según datos de la Oficina del Censo Electoral del INE.
Hay 2,3 millones de votantes que viven fuera de España, la mayoría de los cuales eligieron Argentina como su hogar. A partir de ahí, casi medio millón de españoles podrían participar en las elecciones, si así lo desearan. Porque El voto no es obligatorio en España.
La paradoja de Vox
Atento a ese voto latino que podría inclinar la balanza, La extrema derecha de Vox cayó en su propia paradoja: la rechazo a la inmigración que reza su propia liturgia esta vez mutada en objeto de deseo.
Durante la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, llegó a asociar a los indocumentados con la inseguridad.
“Quieren prohibir en cualquier discurso la vinculación entre delincuencia e inmigración ilegal”, ha denunciado Buxadé.
Sin embargo ahora, para las elecciones del 23 de julio en las que Vox se juega el tercer puesto -por detrás del mayoritario PSOE y PP- con Sumar, la coalición de izquierdas a la izquierda del PSOE, el partido liderado por Santiago Abascal lanzó una banda sonora para actúa con ritmo latino.
“Latinos por Abascal, por una España grande vamos a votar”, dice la letra del tema que se escucha en los actos de campaña de Vox e incluye un vídeo que recopila rostros y banderas latinoamericanas.
El PP tampoco se quedó fuera de la jugada para acercar el voto hispano a sus costas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, supo seducir a las comunidades latinoamericanas residentes en su territorio para las elecciones autonómicas de mayo en las que resultó reelegida por mayoría absoluta.
“Madrid es la casa de todos”, sonreía Díaz Ayuso a los latinos durante el festival organizado por el PP europeo bajo el lema “Europa es hispana”.
“Aquí nadie sobra, nadie estorba, caben todos los acentos, especialmente los de Latinoamérica”, dijo Díaz Ayuso al recordar que la comunidad latina aglutina a unos 865.000 vecinos en la autonomía que ella gobierna y donde creó el Secretario de Nuevos Madrileños centrarse en las necesidades e iniciativas de los nacidos fuera de las fronteras de España.
A nivel nacional, el presidente del PP inventó su propia Secretaría de Migraciones y nombró a la doctora ecuatoriana Carmen Cervantes Guijarro, líder de la plataforma hispana con el PP.
Durante el festival “Europa es hispana” en marzo, con una simpatía un tanto fingida, Núñez Feijóo siguió el ritmo y las palmas de Noche de estrellas, uno de los éxitos del cantante dominicano Henry Méndez, convocado para amenizar el acto.
“Quiero ser el hombre de tu vida. No me digas que no, no aguanto más, no me digas que no, ya te amo”, entonó Méndez. Una metáfora de cómo sería la noche electoral soñada para cualquiera de los candidatos que se arriesgue. el domingo 23.
Madrid. Corresponsal
antes de Cristo