En el Ministerio de Economía aseguran que están dadas las condiciones para consolidar la desinflación en marcha, incluso cuando hay retrocesos en las correcciones, en el Congreso o incluso tensiones en la economía global. A diferencia de 2018, cuando Mauricio Macri enfrentó una crisis que lo encontró con un peso apreciado, hoy la economía argentina está “en una trayectoria diferente”, explican. “El Gobierno implementó un ajuste monetario y fiscal, cae la brecha cambiaria, el Banco Central acumula reservas, hay superávits gemelos y controles cambiarios”. En 2018, sin embargo, recuerdan, el Gobierno acababa de aplicar dos años de gradualismo fiscal, el precio del dólar flotaba, el cepo no existía y había déficits gemelos. Era más vulnerable.
El recuerdo de aquel revés de Macri es como la frase ‘El que fue quemado con leche ve una vaca y llora’. «Aquí no estamos hablando del atraso del dólar – corrige inmediatamente el Gobierno – sino que estamos hablando de un apreciación lógica del peso luego de partir de un tipo de cambio mayor al esperado por el mercado”. En diciembre el dólar oficial pasó de $380 a $851.
El Gobierno jugó en esta instancia a mantener el ritmo de aumento del dólar en 2% mensual (crawling peg) para contener el paso a precios de esa devaluación, mientras al mismo tiempo reordena el resto de los precios, elevando así la inflación. tipo de cambio, la competitividad cambiaria dependerá en adelante de la inflación interna y del dólar a nivel mundial. La moneda estadounidense se apreció un 4% en un mes.
Esta semana será crucial para saber más sobre este último cuando comience la temporada. Asamblea de Primavera del FMI en Washington. Allí el organismo publicará las estimaciones de crecimiento de las principales economías del mundo y de Argentina. En público, La organización volverá a elogiar los avances del Gobierno en la reducción de la inflación y las medidas adoptadas. en privado, reiterará sus comentarios sobre el nivel del tipo de cambio y la necesidad de definir una hoja de ruta sobre el esquema cambiario-monetario a pesar de los anuncios del jueves de eliminar algunas restricciones y bajar la tarifa. El FMI prefiere una mayor flexibilidad en los tipos de cambio para afrontar las oscilaciones macroeconómicas.
El dólar a nivel global podría apreciarse más en los próximos meses. Esta semana la directora del FMI, Kristalina Georgieva, elogió a los bancos centrales del mundo por no tasas más bajas para asegurar el control de la inflación.
Un peso alineado con un dólar más fuerte aumentará el costo de los insumos utilizados por la industria local. Una estimación de la consultora Equilibra dice que de mantenerse la dinámica actual en lo que resta del semestre (los precios de los servicios regulados siguen subiendo, el dólar aumenta al 2% mensual, hay tope salarial y la inflación se mantiene en el 8% promedio por mes), “El tipo de cambio real cerraría el primer semestre casi 15% por detrás de su promedio histórico y poco más del 25% por debajo del saldo indicado por el FMI”.
El equipo económico responde que todas estas cuentas pasan por alto que, a diferencia de otras épocas, el ancla principal del modelo actual es la balance de cuentas publicaslo que frena el ritmo de emisión y las posibilidades de que esos pesos busquen refugio en el dólar. “El BCRA bajó las tasas y no pasó nada”.
En cualquier caso, economistas como Miguel Kiguel y Andrés Borenstein sostienen que Argentina debería adoptar con cautela una Intercambiar bandas para amortiguar los impactos. y más si se levanta el cepo. Aunque esto último lo ven para julio “y a plazos”.
El Gobierno apuesta a alcanzar este mes una inflación de un dígito. Dicen que esto ayudaría a compensar la apreciación del peso y así no habrá otro salto devaluatorio.
“Esta vez es diferente”, los economistas Ken Rogoff y Carmen Reinhart escribieron sobre 800 años de crisis financieras. ¿Será esta vez en Argentina? El Gobierno dice que sí.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi