La comandante en jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general de Ejército Laura Richardson, regresará a la Argentina el 3 de abril con una agenda centrada en la organización de un sistema de control contra el despliegue de China en el Atlántico Sur.
Es un tema recurrente en Richardson, quien llegó al país hace un año con la misma agenda, pero un gobierno que ya no está. El Comando Sur es uno de los diez comandos combatientes unificados dentro del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Y está muriendo por intereses puramente geopolíticos.
Richardson, en este viaje, suma también una preocupación de la administración Biden. La situación del narcotráfico y el crecimiento de la violencia en Rosario. Será uno de los temas a los que prestará atención.
Por eso, ahora, la atención se centra en un gobierno mucho más amigable con el enfoque de Washington, aunque el presidente Javier Milei disgustó al gobierno de Joe Biden con su Deseo que Donald Trump gane pronto la presidencia en noviembre.
Así lo hizo saber Milei al republicano cuando se reunieron en una cumbre de ultraconservadores en Maryland a la que el libertario viajó a finales del pasado febrero, horas después de recibir una visita exclusiva del secretario de Estado, Antony Blinken. Y también a pesar de todos los gestos de apoyo de la administración demócrata al aliado de Trump.
Richardson es una de las voces más duras de la geoestrategia estadounidense y permitirá que los ministros de Defensa y Seguridad, Luis Petri y Patricia Bullrich, a quién vas a conocer en persona. También deberá reunirse con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, quien como jefe de la Fuerza Aérea en la administración anterior logró torcer el rumbo de las dudas argentinas sobre la compra de aviones supersónicos a China o Estados Unidos. .
En el viaje también pudo ver al presidente Javier Milei.
Según fuentes locales, Richardson planea viajar a Ushuaia para visitar las bases de la Armada, y a Neuquén, donde Estados Unidos tiene una especie de base que hace contrapeso al centro de exploración del espacio profundo que también tiene allí China, y que de hecho funciona como un base.
Finalmente, el gobierno actual quedó definido por el F16 Fighting Falcon. Y aunque el Ministro de Economía y el Jefe de Gabinete aún no han tenido claro el desembolso necesario de casi 700 millones de dólares para esta compra tan necesaria -Argentina no tiene aviones de combate-, el día 26 habrá una visita muy importante para definir para sí mismo o no. El ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, llegará al país para concretar esta compra de unos 24 a 28 aviones que son de Estados Unidos -que proporcionarán el armamento más moderno- pero que están en manos de Dinamarca.
Aunque Milei ha dejado claro que China no será su aliado estratégico como lo fue bajo el kirchnerismo, la integración bilateral no es fácil de disolver. Y tampoco es la intención libertaria.
Por otra parte, la ministra de Asuntos Exteriores Diana Mondino -que se encuentra de gira por Malasia, Vietnam y Japón- tiene previsto un importante viaje a la República Popular China para el próximo 28 de abril. Hay muchos temas en los que trabajar, para empezar por descongelar el canje entre la Central Bancos de los dos países y dando una señal sobre las obras públicas que se harán y no se harán con Beijing. Las presas de Santa Cruz, por ejemplo, están al borde del cierre, con posibles despidos de hasta 5.000 empleados. Si no se utiliza el swap, habrá que devolver el dinero y también los créditos por las obras que se otorgaron.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi