AMMAN, 17 ago (Reuters) – Cientos de sirios quemaron neumáticos, bloquearon carreteras y corearon consignas antigubernamentales en la ciudad de Sweida, de mayoría étnica drusa, el jueves para protestar contra el empeoramiento de las condiciones económicas y las subidas de los precios de la gasolina esta semana.
Los manifestantes cerca de una plaza principal de la ciudad pidieron el derrocamiento del presidente Bashar al Assad, dijeron testigos, haciéndose eco de los cánticos de las protestas a favor de la democracia de 2011 que fueron reprimidas violentamente por las fuerzas de seguridad y desencadenaron un conflicto de larga duración.
«¡Viva Siria y abajo Bashar al Assad!» los manifestantes corearon cerca de la sede de la policía y la oficina del gobernador mientras las fuerzas de seguridad cercanas evitaban la confrontación.
Tal disidencia abierta es rara en áreas controladas por el estado.
La ciudad suroccidental de Sweida ha permanecido en manos del gobierno y en gran medida se ha librado de los disturbios vistos en otras partes.
Muchos residentes pertenecen a la secta minoritaria drusa, que durante mucho tiempo se ha resistido a verse involucrada en el conflicto que enfrenta principalmente a los rebeldes sunitas contra el gobierno de Assad.
“Esto está cerca de un levantamiento ya que la gente expresa su profunda ira con las decisiones del régimen sirio y los aumentos en el precio de la gasolina”, dijo Ryan Marouf, activista cívico y editor del sitio web local de noticias Suwayda 24.
«Están exigiendo una vida digna».
Siria se encuentra en medio de una profunda crisis económica que vio caer su moneda a un récord de 15.500 libras sirias por dólar el miércoles en una caída libre que se acelera rápidamente. Se cotizaba a 47 libras por dólar al comienzo del conflicto.
El gobierno dice que los recortes en un programa de subsidios que alguna vez fue lujoso para aliviar la carga de las finanzas estatales del país afectado por las sanciones solo afectan a los más ricos.
Pero muchos manifestantes dicen que la medida ha empeorado la difícil situación de los sirios comunes que han sufrido una década de guerra y ahora luchan por comprar alimentos y suministros básicos en medio de una inflación desenfrenada y la erosión de los ingresos.
Las autoridades sirias culpan a las sanciones occidentales por las dificultades.
Ha habido varias protestas menores en el último mes por la caída de los ingresos en las zonas costeras que son el bastión de los partidarios de Assad.
En la capital, taxistas y autobuses públicos protagonizaron este jueves una segunda jornada de paros parciales, lo que trajo el caos al transporte. También ha habido llamados clandestinos de activistas en áreas controladas por el gobierno para emprender una huelga general.
Los medios estatales no mencionaron las protestas.
Información de Suleiman Al-Khalidi; Editado por Andrew Cawthorne
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