El tortuoso camino administrativo que los reguladores franceses han sometido a Renfe llega a la estación de destino. El próximo 13 de julio los trenes de alta velocidad del operador público español comenzarán a circular por fin en solitario por territorio francés, una vez que allí se abra el ramal y puedan empezar a vender billetes. De esta forma, se recuperarán las rutas que se perdieron cuando su homóloga francesa, la SNCF, decidió romper el acuerdo de cooperación que tenían que operar entre ambos países.
Primero lo harán de Barcelona a Lyon, con un servicio diario en cada dirección de viernes a lunes, aunque la inauguración se adelantará al jueves 13 de julio. Ese día será la primera vez que un maquinista español dará servicio comercial. en territorio francés. Simbólicamente, Renfe ha elegido uno de los puentes más importantes de Francia, que al día siguiente celebra su fiesta nacional.
Dos semanas después, el 28 de julio, se añadirá el trayecto de Madrid a Marsella, también con circulación diaria los fines de semana, por lo que Barcelona y las ciudades mediterráneas del sur de Francia contarán con dos trenes al día y en cada sentido. A partir de octubre circularán todos los días de la semana.
Nueve euros para trayectos en Francia, 19 y 29 para internacionales
La entrada en servicio de estos trenes tiene un componente de relaciones internacionales entre España y Francia, aunque para Renfe lo verdaderamente relevante es la entrada como un actor más de los franceses. Así como SNCF compite en el corredor Madrid-Barcelona con los trenes Ouigo de bajo coste, Renfe quiere hacer lo propio para los viajes domésticos de Perpiñán a Lyon y Marsella con sus paradas intermedias: Narbonne, Béziers, Montpellier, Nimes (en ambos casos) . , Valence (en la ruta a Lyon) y Avignon, Aix-en-Provence (en la ruta a Marsella).
Este compromiso con los viajeros franceses lo demuestra la agresiva política de precios con la que se pondrán a la venta los billetes a partir del 21 de junio, más propia de una compañía de bajo coste: nueve euros para viajes que tengan origen y destino en el país francés. Los que son internacionales, en cambio, partirán de 19 a las paradas intermedias y 29 euros a las terminales.
El objetivo de Renfe es poder llegar a París antes del verano del próximo año
Renfe no oculta que su objetivo se fija mucho más allá de Lyon y Marsella. «Ver llegar a los atletas a los Juegos Olímpicos de París en un tren de Renfe sería bonito», ha dicho el presidente de la compañía, Raül Blanco.
El camino por recorrer para conseguirlo no será fácil, menos aún de lo que ha supuesto recuperar los permisos de los trenes que circulaban en Francia bajo el modelo de cooperación con SNCF y que de un día para otro tuvieron que dejar de hacerlo definitivamente de la joint venture entre los dos operadores que a partir del próximo mes competirá en España y Francia. El corredor entre Lyon y París sería el equivalente al Barcelona-Madrid español, donde se encuentra el negocio más jugoso, y las autoridades francesas harán todo lo posible para retrasar la entrada de competencia en el marco de la liberalización del sector en toda Europa.
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