Sin sorpresas de última hora, el Consell d’Administració del Port de Barcelona ha adjudicado a la naviera Royal Caribbean la construcción y explotación de la terminal G del Moll Adossat del puerto de Barcelona, la última disponible para cruceros en la Cataluña capital. La naviera se presenta a concurso como Catalunya Cruise Terminal G, SL, una joint venture entre Royal Caribbean Group y Cruise Terminals International, con proyecto que estará operativa en la primavera de 2027.
La propuesta de Royal Caribbean fue finalmente la única que se presentó a concurso, tal y como informó La Vanguardia, aunque el proceso de adjudicación no ha sido un camino de rosas y se ha prolongado más de lo inicialmente previsto. El motivo fue el recurso judicial que tres navieras -Norwegian Cruise Line, Viking Ocean Cruises y Virgin Cruises- presentaron conjuntamente al considerar que el puerto había hecho «un traje a medida» para Royal Caribbean, dejando fuera de la competencia a cualquier otra compañía. proceso de licitación. compañía. Un recurso que obligó al puerto a retirarse y revisar la licitación para reiniciar el proceso unas semanas después.
El concurso no ha sido un camino de rosas debido al recurso judicial presentado por tres navieras
Pese a esta única propuesta, el Consejo de Administración Portuaria ha calificado de “excelente” el proyecto de Royal Caribbean por su importante apuesta por la sostenibilidad, tanto energética como medioambiental, con la instalación de sistemas OPS, también conocidos como enchufes, que permitirán a los cruceros conectarse a la red eléctrica una vez atracado en el muelle y conseguir 0 emisiones dentro del puerto. Un sistema de conexión que, por otra parte, la naviera MSC probará en primera instancia en la terminal que ya construye en el propio Moll Adossat, convirtiéndose así en la primera compañía de cruceros en conectarse a la electricidad.
El diseño de la futura terminal presentada por Royal está pensado para dar cabida a gigantes como el recién inaugurado Icono de los mares, el crucero más grande del mundo. También busca maximizar la eficiencia energética con paneles fotovoltaicos y otro tipo de sistemas, mientras que su arquitectura buscará minimizar el impacto en el medio ambiente. La naviera estadounidense ya ha manifestado su satisfacción por el resultado de la licitación, lo que se traduce en su apuesta por la capital catalana. “Barcelona es una ciudad muy importante para Royal Caribbean Group y uno de los destinos más populares para viajeros de todo el mundo. Nuestra intención es construir una terminal única, impulsando el desarrollo de infraestructura sustentable y creando un espacio de interés para la comunidad”, señalan en un comunicado. «Esperamos trabajar estrechamente con el Puerto, las partes interesadas locales y nuestros socios en Cruise Terminals International (CTI) para dar vida a una terminal de cruceros que beneficiará tanto a los visitantes como a los ciudadanos de Barcelona», concluyen.